Entre tanto, vino el camarero y comenzó a apuntar en una lista lo que cada uno íbamos a tomar.
- Tomaré una granizada de limón, hace calor - Dije. Tenía las mejillas ardiendo. Pero el calor que tenía por dentro no era por el ambiente ni mucho menos. Era porque aquel chico desprendía calor de vida.
- Viktor, ponme lo de siempre. - Dijo Jack. Acto seguido, me guiñó un ojo y sonrió. Me sonrío con la misma sonrisa de la cafetería y eso me mataba internamente.
Enseguida vino, y comenzó a repartir lo que cada uno habíamos pedido. Entonces le dio Jack un vaso de lo que parecía tener mucho alcohol, pero no le di mucha importancia. Al fin y al cabo tenía diecinueve años y podía hacer lo que quisiera.
Y entonces se cargó todo lo mágico que estaba teniendo aquella noche.
Y no exagero, porque pienso que por un vaso que bebas de vez en cuando, no te va a pasar nada. Porque no fue sólo ese vaso, fueron también tres más que le siguieron a lo largo de aquel rato. A la media hora, estaba completamente borracho. Se le notaba en la cara, y aparte, le había cambiado la voz.
Sin venir a cuento, intentó tenerse en pie, pero cayó hacia atrás.
Juro que si se hubiera levantado, no hubiera podido tenerse en pie.
- Jack, ¿Estás bien? ¿Cuándo has bebido, por Dios? - dije cogiéndole del brazo. Estaba enfadada. Todo estaba yendo muy bien, ¿Enserio tenía que cagarla de aquella manera?
- Perdona - dijo David, cogiéndolo del otro brazo - Suele pasar cada vez que salimos. Desde que se graduó, el pobre ha tenido problemas con el alcohol y eso.
- ¡Qué dices, tío! ¡¡Yo no tengo problemas con nada!! ¡Así que deja de decir mentiras, gilipollas! Como te oiga...
En esto, Jack tumbó la cabeza y cerró los ojos. Se estaba poniendo mal.
- Tío, ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? - Dijo Adam - Bueno Rose, encantado de haber estado aquí con vosotras, pero creo que lo mejor es llevarlo a su casa y que descanse.
Nos despedimos de ellos.
Entonces comprendí que mi suerte no había cambiado. Ni mi suerte ni los hombres de este planeta. Cuando parecen que son perfectos, te das cuenta de que son los más idiotas.

YOU ARE READING
Summer Love
Genç Kurgu"Somos animales. Lo único que hemos venido a hacer a este mundo, el único objetivo de la vida, es procrear. Sí, así suena un poco decepcionante, pero es así. El amor no existe. Sólo la capacidad de darle toda tu confianza a otro ser humano igual de...