Capítulo 8

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MARATÓN: 2/3



Lauren's POV


No vi aparecer a Camila en ningún entrenamiento conjunto más desde que se fue con Mendes, el soldado Mendes. A veces, cuando me tocaba ir de un módulo a otro, la veía en los circuitos, practicando sola, y en algunas ocasiones incluso juraría de escuchar sus sollozos mientras entrenaba, pero yo ya no podía hacer nada. Las palabras de Keana en mi sueño se me clavaron en la mente, de forma que cada vez que mi mirada se cruzaba con aquellos ojos chocolate, volvía a repetirse la pesadilla.


Llegó el día en el que partíamos y en el cuartel hicieron un acto para desearnos suerte a los que nos íbamos, mientras subíamos al avión con la marcha de The Army Goes Rolling Along, la oficial de la U.S. Army. Estuvimos jurando la bandera estadounidense, y a los reclutas se les entregó el uniforme de soldado. Notaba la mirada de Camila clavarse en mí, pero no quería mirarla, no después de que ella se fuera de aquella forma tan repentina y luego de eso no me dirigiera la palabra. De acuerdo que quizá fui un poco brusca, pero... es mi forma de ser.


En el avión, yo temblaba. Podría haber superado cualquier cosa, podría considerarme la mujer más fuerte del mundo, pero el miedo a las alturas seguía latente en mí. No presté atención a nada a mi alrededor, solo cerraba los ojos mientras sentía las cosquillas en mi estómago, claro síntoma de que el avión estaba despegando. De pronto, sentí una suave mano agarrar la mía, y no fue hasta que abrí los ojos curiosa por saber quién era, que vi a Camila sentada a mi lado. ¡Venga ya! Puto destino, ¿encima la ponen a mi lado?


-¿Te encuentras bien? Estás muy pálida.


-Camila, soy más blanca que la leche, normal que esté pálida.- Dije sarcástica negando rápidamente, miré por la ventana y mi respiración se entrecortó al ver que íbamos ascendiendo.


-También tienes un poquito de miedo a las alturas, ¿no?- Soltó una pequeña risita y yo no pude evitar sonreír dándole un golpe en su hombro con el mío.


-Camz, cállate.- Dije mirándola a los ojos con una sonrisa en el rostro, y el tiempo se detuvo, porque nos quedamos mirándonos fijamente en lo que hubiera podido jurar que eran minutos, mientras, notaba sus dedos acariciar los míos lentamente, y entonces entrelacé los míos con los de ella. Nos estábamos inclinando mutuamente cuando algo me hizo sobresaltarme, y es que Lucy se asomó por su asiento, delante de mí.


-¡Jauregui, mira qué alto!- Dijo en un grito y consiguió que diera un salto en mi asiento por haber interrumpido mi tranquilidad. La miré entrecerrando los ojos, hasta que vi otra chica asomarse a su lado.


-Sargento Jauregui, tienes una amiga muy guapa.-Dijo aquella chica, entre ellas dos se miraron, y si no conociera a Lucy, diría que no pasa, pero aquella mirada significaba que ya al menos se habían comido la boca.


-¿Y tú quién eres, si se puede saber?- Dije en mi tono frío, notando el apretón en mi mano por parte de Camila.


-Me llamo Verónica Iglesias, pero puedes llamarme Vero.- Me guiñó un ojo bromeando, y Lucy soltó una carcajada bobalicona, y entonces se sentó de nuevo, mientras la tal Vero se sentaba también.

ARMY; CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora