Capítulo 7

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MARATÓN 1/3 :CUANDO LLEGUEMOS A 60 LIKES, PUBLICO EL SIGUIENTE.


Camila's POV


El cielo estaba tan estrellado... Me desperté por el calor que me proporcionaba Lauren, y es que la muy boba se dejó la ventana cerrada antes de dormir, así que el calor que me proporcionaba era bochornoso porque acabé bañada en sudor, lo que fue bastante incómodo. Sin su permiso, me duché con total discreción y tomé una de las camisetas de ella y unos pantalones cortos para estar por aquella habitación. Me encontraba mirando por la ventana cuando escuché unos sollozos a mi espalda. ¿Lauren?


Al mirar hacia la cama me encontré con una figura de cabello negro y despeinado hecha una bolita, abrazada a sus rodillas y su rostro escondido. Por su respiración irregular y sollozos supuse que lloraba, ¿qué ocurría? Jamás había pensado que una mujer como ella lloraba, pero... Todos tenemos sentimientos, ¿no?


...


Algunos más que otros.


Me acerqué con cautela a ella, sentándome a su lado, acaricié su cabello lentamente en la oscuridad que nos vislumbraba la luz de la luna que entraba por la ventana, ella se asustó tanto que del pequeño salto que dio, se cayó de la cama.


-C-Camila... ¿Cómo...?- No pude evitar soltar una suave risita cuando la vi caer después de comprobar que estaba bien, así que me volvía a sentar junto a ella, pero esta vez en el suelo. Cuando fui a acariciarle la mejilla hubo algo que me dejó paralizada, y es que ella se alejó, como si mi mano le hiciera daño.


-Lauren... ¿Has tenido una pesadilla?- Ella se encogió de hombros mirando al suelo, creo.


-No lo sé.


-¿Cómo que no lo sabes?


-Empezó bien, pero acabó mal.- Noté sus orbes esmeraldas posarse en mí y fruncí el ceño.


-Entonces es una pesadilla.- Ella negó rápidamente y se levantó algo temblorosa. ¿Cómo podía alguien tan duro y frío mostrarse tan débil en aquellos momentos?


-Camila, vete.


-¿Qué?


-Que te vayas.- No comprendía ni lo más mínimo la bipolaridad que ella manejaba en aquellos instantes, pero no iba a dejarme pisotear, y menos cuando no estábamos de servicio.


-Me iré si me da la gana, no porque tú lo digas, engreída. ¿Quién te crees para ir besando a alguien y luego dejarla tirada como a la mierda?- Observé cuando encendí la luz que ella se apoyó con sus manos en el quicio de la ventana, viendo que sus nudillos tomaban un tono blanquecino al estar haciendo fuerza.


-Por si no lo has notado, te he dejado dormir en mi cama, y esta es mi habitación. ¿Quieres que llame a un superior para que te obligue a irte y te ponga una sanción por haber irrumpido mi estancia?

ARMY; CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora