Capítulo 32

15.7K 1.1K 434
                                    



Camila's POV


Sonó el despertador.


Otro día más.


Otra pesadilla más.


Llevé los pies al suelo y cuando pisé sentía que tenía unos zapatos de buzo puestos. Me pesaba todo lo que llevaba dentro, y esto iba a salir por algún lado. ¿Lo malo? Que no sabía por dónde iba a salir.


Cuando me puse el uniforme y apreté fuertemente las botas militares, bajé a desayunar lo más temprano posible. No quería encontrarme con Lauren. No quería besarla, no con estos labios compartidos. No quería mancharla a ella también con mis cosas.


FLASHBACK: La noche anterior.


Alejandro me había traído a su despacho una vez más, yo intenté zafarme de sus asquerosas manos, tenía el valor para negarle lo que él buscaba. En cuanto intentó quitarme la camiseta me aparté y negué. Esta fue la primera vez que me negué a él y no podía describir el odio que tenía su mirada.


-No vas a ponerme más las manos encima.- Dije con odio y desprecio, fui a la puerta a abrirla y estaba con la llave echada.


-¿Buscas esto?- Dijo mientras hacía tintinear las llaves en su mano y luego las metió en un cajón de su mesa. –Escúchame bien. Parece que al haberte dejado ir, tu noviecita te ha cambiado la idea que tenías, pero escucha. Como no me complazcas como siempre, ella va a sufrir lo mismo que tú. Y después de eso, voy a reventarle la puta cabeza, sabes que soy capaz, Camila, sabes que si aparece muerta por mis manos, van a encubrirme siempre.- Con cada palabra se iba acercando más a mí y yo negaba internamente.


*Aviso: Esta parte de la historia puede herir tu sensibilidad, es tu elección leerla o no.*


-Por favor, no lo hagas... por favor...- Una primera lágrima se deslizó por mi mejilla mientras mi espalda daba con la puerta de su maldito despacho, pero entonces me cogió de los brazos con fuerza y casi me arrancó la camiseta y el sujetador. Los tiró a un lugar que no vi pues en el momento en el que estuve rodeada por sus brazos, cerré los ojos.


-No sabes lo que te he echado de menos, no sabes lo bien que me haces sentir, mi pequeña puta sumisa.- Dijo y tuve unas ganas enormes de vomitarle en la cara, pero solo me vino una pequeña arcada.


Sentí su barba rasparse en mis pechos y una seguida lágrimas corrió por mi mejilla, no quería eso, quería sentir las manos de Lauren tocándome, no sus rudas y ásperas manos. Di un pequeño grito de dolor cuando mordió uno de mis pezones para ponerlo erecto, y casi le doy una bofetada, pero eso no pasó. Dio una bofetada en mi otro pecho y yo sabía que aquello lo hacía para que pareciera que yo estaba excitada.


-¿Me has echado de menos?- Me dijo mientras agarraba una de mis manos y la ponía encima de la dureza de su pantalón, la que ni siquiera moví. Me daba mucho asco.

ARMY; CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora