Capítulo VII

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Suspiró pausadamente y terminó de adentrarse a la habitación con lentitud para encontrarse con su compañero de cuarto, quien le daba la espalda y parecía buscar algo dentro del armario.

—Hola. —Intentó imitar una sonrisa cuando vio que el chico se volteó asustado.

Cerró la puerta detrás de sí y de reojo observó que el más bajo se sacó la camiseta, dejando su espalda desnuda. ChanYeol se volteó para quedar de cara a la puerta de madera. Se pasó la lengua por los labios resecos repetidas veces.

¿Era posible que un chico fuera tan blanco...? ¡No! Eso no fue lo más impresionante de todo, sino aquellos lunares que parecían flotar por toda su espalda. Era una constelación, una linda constelación propia de BaekHyun.

—¿Sucede algo con la puerta?

—¡¿Ah?! —Estaba alterado, lo supo cuando se volteó y se encontró con el rostro fruncido de su compañero—. No es nada.

A pesar de que estaba nervioso caminó hacia su cama para dejar la mochila ahí y luego fue al baño. Necesitaba una ducha refrescante para bajar todo ese estrés que tenía acumulado. Sumando que necesitaba tiempo para pensar bien las cosas.

Dejó abierta la puerta de la pequeña habitación y solo se concentró en cerrar la cortina plástica de la ducha y abrir la llave del agua caliente. Estaba acostumbrado a buscar la temperatura que más le acomodara sin necesidad de mojarse todo el cuerpo.

—¿Usarás el baño? —Se volteó hacia BaekHyun, quien se apoyó en el marco de la puerta, donde pareció mucho más provocativo de lo normal, ya que no había nada más excitante que aquellas clavículas mojadas por las pequeñas gotas que caían de su cabello recién lavado.

—Cambiaste tu camiseta de pijama —comentó en un murmuro cuando se dio cuenta que lo miró por mucho tiempo.

—¿Ah? ¡Oh, sí! —El castaño tiró de la tela y volvió a mirarlo—. Ya sabes... La otra la rompieron cuando tuve el accidente.

Asintió y dio una pequeña sonrisa. Los dos se quedaron en silencio unos segundos hasta que ChanYeol salió de la habitación un tanto apresurado, como si se le olvidara algo. Caminó al armario para sacar una toalla limpia. Recién entonces se percató que casi llevaban una semana compartiendo habitación.

—Debemos lavar la ropa —avisó y se volteó hacia el contrario.

—Vamos después de que te duches, ¿te parece?

Asintió y volvió a adentrarse al baño.

—¿Sucede algo? —preguntó cuando vio que BaekHyun volvió a recostarse en el marco de la puerta.

—Es que... —El chico soltó un suspiro—. Tengo algo que hacer en el baño.

—A-Ah, ¿sí...? —Tosió un poco para arreglar su tono—. ¿Qué es?

—Solo son cosas simples. Las puedo hacer después. —Vio claramente la mueca que hizo el castaño.

—¿Qué cosas? —El más bajo se volteó a mirarlo—. Puedo ducharme mientras tú haces lo que necesitas.

Era estúpido, lo sabía. Su compañero de cuarto perfectamente podía esperar unos minutos a que él terminara de bañarse para hacer sus cosas. Sin embargo, si lo hacían de aquella manera quizás no alcanzarían a lavar la ropa ese día por el toque de queda.

—Solo usaré el lavamanos. Lo prometo.

Imitó la gran sonrisa del castaño y asintió. La puerta se cerró y el mayor entró al baño para sacar unas cuantas cosas que había en el mueble que estaba a un costado del espejo. ChanYeol le dio la espalda y se pasó la camiseta por la cabeza, tirándola por el cuello, luego volteó para lanzarla al cesto de la ropa sucia, el cual estaba a un costado del lavamanos. Ya para cuando se llevó las manos al cinturón entró en pánico, pudo ver de reojo el gran espejo del baño y cómo su cuerpo larguirucho se reflejaba en él, también tuvo una clara vista de los ojos de BaekHyun fijos en su cuerpo.

P.S.G. • || ChanBaek ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora