Capítulo II

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Tecleó sobre su computador con rapidez y revisó otra vez la hora en su reloj de muñeca. Su compañero de habitación llevaba cerca de treinta minutos metido en el baño.

Cuando entró a su cuarto junto a Don estúpido de la clase dos, se dio cuenta que BaekHyun estaba en la pequeña habitación, y que, al parecer, llenaba la bañera. ChanYeol mentiría si dijera que no le preocupó y, a pesar de que hizo el trabajo con su compañero arduamente, no pudo evitar que su mirada se dirigiera de vez en cuando hacia la puerta blanca que estaba a unos metros frente a él.

Ya para cuando el tiempo siguió avanzando y notó que a esos treinta minutos se le sumaron otros más, pensó seriamente en echar a MinHo de su habitación para asegurarse que BaekHyun estuviera bien.

Solo pudo respirar con calma cuando escuchó un sonido rítmico que no provino de ninguno de ellos dos. Su corazón se aceleró gracias a la melodía de alguien cantando. Sí, alguien cantó y lo hizo realmente bien. MinHo lo miró con las cejas alzadas y un amago de sonrisa para luego volver a concentrarse en lo que escribía. ChanYeol, quien aún no podía recuperarse de escuchar semejante voz, tuvo que esperar unos minutos y recibir un suave golpe de MinHo en el brazo para continuar.

Sí, ahora volvía a ser MinHo. Se lo merecía después de todo. ChanYeol admitía que juzgó erróneamente al amable chico. Se sorprendió que el trabajo fuera tan bien, avanzaron rápido y fue vigoroso. Estaba seguro que si seguían así podrían terminar ese mismo día.

El canto se escuchó de nuevo a través de la puerta de madera, haciendo que el más alto odiara cómo sonaban las teclas de su computador cuando las presionaba, pensó que interrumpían el tarareo de BaekHyun.

—Terminé —susurró MinHo mientras sonreía.

—Yo... —ChanYeol alargó la última letra mientras continuaba escribiendo, cuando detuvo su acción sonrió y prosiguió con su diálogo—. Ya está. Solo tenemos que imprimirlo.

Justo en ese momento la puerta del baño se abrió, lo cual llamó la atención de ambos muchachos. ChanYeol y MinHo estaban alrededor de la pequeña mesita redonda junto a sus apuntes y unos cuantos libros.

El vapor corrió por las paredes en un intento de salir del encierro de la pequeña habitación. BaekHyun salió de ahí mismo con su pijama, un pantalón de chándal grisáceo junto con una camiseta del mismo color. Su cabello estaba seco gracias al secador y desprendía un rico aroma de perfume varonil con un toque de algo un poco más suave. ChanYeol incluso pudo oler su propio perfume, pero no le molestó, para nada.

El castaño pestañeó nervioso y sonrojado cuando los vio, se inclinó hacia ambos a modo de saludo y luego se fue hacia su cama, donde se sentó a la vez que revisaba su celular.

ChanYeol, sintiéndose más relajado porque al chico no le pasó nada, ordenó las cosas al darse cuenta que el trabajo acabó.

—¿Duermes en la misma habitación que Byun BaekHyun? —MinHo se acercó hacia él para que su pregunta fuera una especie de secreto, algo que realmente no funcionó porque ChanYeol pudo notar de reojo que su compañero de habitación se tensó y luego se removió sobre el colchón con incomodidad mientras movía los dedos con nerviosismo por sobre la pantalla de su móvil.

—¿Hay algún problema? —ChanYeol ni siquiera miró a Don estúpido de la clase dos mientras formulaba la pregunta. Se aseguró de ordenar todo por si tuviera que echarlo a patadas.

—Es una pena. Eres amable y simpático. —Elevó la cabeza para mostrar su rostro ceñudo—. No te preocupes, me aseguraré de no decirle a nadie.

ChanYeol, después de quedar con la boca levemente abierta por unos segundos, logró hablar—: ¿Por qué no le dirías a nadie? ¿Qué es lo malo?

P.S.G. • || ChanBaek ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora