Capítulo 6.

3.3K 414 303
                                    

(En este capítulo, y en los siguientes pondré a braulio como el hijo de estos dos weyes, ya que no tengo mucha imaginación c:)

-Anacleto.

-Braulio.

-Anastacio.

-Brau-lio-repitió con desagrado.

-Pancrasio.

-Braulio, y se acabó.

-¿por qué no podemos cambiarle el nombre? Braulio parece nombre de viejito pedofilo.

-Por que ya está registrado así, además cuesta un ojo de la cara cambiarle el nombre.

-Son 10,000 pesos nada más.

-¿Y los tienes tan si quiera?

-No..

-Ah veda.

-¿Cuándo va a llegar? Ya se tardó mucho.

-Apenas llevamos 5 minutos esperando.

-Pero ya es mucho.

(...)

Alonso se había ido, por quien sabe qué a su casa, yo me quedé esperando en una oficina.

Un pequeño niño de cabellera castaña y ojos verdes llegó a donde estaba, me estaba viendo feo.

-¿Qué mira perro?

Y se fue.

Alonso llegó con una bolsa y con el mismo niño, pero ahora con el mismo niño, tomado de la mano.

-¿Por qué traes a ese chamaco a mi territorio?

-Este chamaco, es Braulio, nuestro nuevo hijo.

-Pensé que estaría más bonito.

-Tiene 11 años-sonrió Alonso con ternura.

-Se ve de 9.

-Tengo 11-habló el elfo, digo niño.

-No te pregunté, Brulio ó Bruno como te llames.

-Ya Jos, no pelees con él, es un bebé.

-¿Un bebé? Pero si ya se sabe limpiar la cola el mocoso este. Que bebé ni que nada.

El mini elfo comenzó a jugar con sus manitas, quería sonreír de ternura pero a la vez no.

No Miguel, tú eres una persona sin sentimientos, eres bien darkz, te gusta el color negro, las cosas oscuras, NADA, te da ternura.

-Saca a esta rata de aquí, por favor-le ordené a Alonso.

-¿Por qué lo tratas así? Él no te ha hecho nada.

-¿Qué hice mal para que no me quieras?-habló de nuevo el niño castaño.

-Haber nacido-hablé divertido.

Qué cruel.

Braulio comenzó a llorar, yo rodee los ojos, Alonso lo abrazó y noté que me estaba señalando a que imitara su acto.

-Yo no voy a abrazar a esa...-señale al niño-cosa.

-Ó lo abrazas, ó te castro culero.

Enseguida me agaché a la altura de ellos dos, y me uní al abrazo, claro, estaba haciendo mis caras de asco y repugnancia.

-Y más te vale que dejes de hacer tus caras.

Komo lo zupo.

Nos separamos los 3, Alonso se sacudió y se dirigió a la puerta.

-Vuelvo en 1 hora.

Y salió.

-¿Cómo te llamas?-habló Braulio.

-¿Qué acaso nunca te callas? Me estresas niño.

-Pero... Casi no he hablado.

-Me E-S-T-R-E-S-A-S.

-Solo dime tu nombre.

-Jos.

-¿yoz?

-Jos-repetí.

-Yo me llamo braulio-dijo mirándome.

-Oh, fíjate que no sabía-dije sarcástico.

-¿Cuántos años tienes?

-Dijiste que sólo querias saber mi nombre.

-Solo tu edad y ya-sonrió.

-20.

-Wow, estás viejo..-rió un poco -y feo.

-Hay callate, que tú no te haz visto en un espejo.

-Cejón.

-Enano.

-Dientes de castor.

-Ojos de moco.

-Pestañas de niña.

-Huerfano.

Uuuh, eso dolió.

Braulio sin más que decir, se quedó en total silencio, después me percaté que sus ojos estaban cristalizados.

-Hay por favor niño, no quiero shows en vivo.

-Cuando venga Mamá Alonso le diré que me dijiste -Huerfano -dijo sorbiendo su nariz.

-No me interesa.

-Y que me golpeaste.

-¿Qué? ¡Pero si yo ni te he tocado!

-¿Y qué me dices de este moretón?-me enseñó su pierna.

-Ese te lo hiciste tú solo.

-Aún así le diré.

Maldito Bruno, como te odio.

-------

Aprendiendo a ser papá ➳ jalonso.『 libro 1. 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora