Capítulo 21.

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Daría mi vida por él.

Decidí eso.

Pedí un taxi, subí y Alan me llamó. Sabía que era él pues, ya lo tenía registrado.

—¿Qué tal cómo va todo?, ¿entonces qué decidiste?

—Yo, daré mi vida por él.

—¿Eso quieres en verdad?

—Sí.

—Muy bien, excelente. Te espero afuera de tu casa.

Colgué y ahora le llamé a Bryan, necesitaba de su ayuda.

—Bryan—dije.

—¿Qué pasa?, ¿ya lo localizaste?

—Sí.

—¿Qué necesitas?

—Dile a tu hermana que lleve al FBI de inmediato, afuera de mi residencia.

—¿Qué? ¿por qué?

—Sólo hazlo.

(...)

Llegué a mi hogar. Alan estaba riendo, Braulio estaba tirado en el piso. Cerré mis puños con fuerza, me había enfurecido pero tenía que mantener la seriedad.

—¡Hasta que llegas!

—Déjalo ir primero.

—Pero antes, quiero que tú mismo te suicides.

—¿Estás demente? Prefiero que te manches de mi sangre con tus propias manos.

—Sí tú dices...

Pateó a Braulio, éste me abrazó enseguida, con lágrimas en las mejillas.

—No quiero que te mate...—dijo entre sollozos.

—¿Por qué no?

—Eres el mejor padre que he tenido. Aunque nunca haya aceptado que te quería... Te amo.. Papá..—susurró.

No pude contenerme y lloré.

Lloré lo más que pude.

Aunque sea un macho pecho depilado.

—No me dejes...—dijo con su voz entrecortada.

Alan lo agarró de una manera violenta del cabello, y lo estiró hacía atrás.

—¡Sueltalo!—dije enojado.

Me fui encima de Alan y golpeé su cara hasta dejarla casi morada, literalmente.

Me empujó hacía atrás y me paré enseguida, imitó mi acto e intentó darme puñetazos pero sus intentos fueron nulos.

Alan sacó una navaja de su bolsillo, y cuando estaba a punto de apuñalarme, Braulio se puso frente a mí impidiendo.

Cayó al piso con su mano en el estómago.

Después de eso Alan se quedó inmóvil y se fue corriendo, como un total cobarde.

Me agaché, y comencé a llorar.

Sentía que mi mundo se derrumbaba.

Mi garganta ardía.

Ardía demasiado.

Sentía esa necesidad de gritar lo más fuerte que pudiese para sacar todo el dolor que tenía por dentro.

Pero en vez de eso, lloré más.

Abracé a Braulio por última vez.

Sin decirle que yo lo amaba más.

Mi pequeño hijo...

Sentí que su cuerpo se movía, pensé que era parte de mi imaginación.

Pero no, realmente se estaba moviendo.

—¿Ya se fue Alan?—susurró.

Lo abracé aún más fuerte y soltó un quejido.

—Oyez no tan fuerte, me duelen las costillas.

—Lo siento—reí.

Metió su mano adentro de su camisa y sacó su celular estrellado.

—Esto—sonrió—fue lo que me salvó. Gracias por comprarme un alcatel de lamparita.

Solté una carcajada, y revolví su cabello.

—Me diste un gran susto.

—Yo también pensé que había muerto.

Lo levanté del piso, y se sacudió la tierra que tenía en la ropa.

—Entonces... ¿Me comprarás otro celular?

—Claro. Pero otro alcatel, por si te llegan a apuñalar de nuevo.

Me dio un golpe en el hombro, algo fuerte.

La policía llegó, Alonso iba gritando maldiciones en el micrófono.

Aquí vamos de nuevo.

—¡MALDITOS IMBÉCILES! ¿DÓNDE ESTABAN?—nos gritó.

Bryan estaba riéndose mientras comía un pedazo de pizza.

Después de 10 segundos se estaba atragantando.

Braulio y yo nos reímos de él, pero después nos dimos cuenta de que estaba perdiendo el oxígeno y fuimos a ayudarlo.

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Bien chicas, aquí está otro cap *-*
Y pues quería compartirles lo más bonito que me ha pasado

————Bien chicas, aquí está otro cap *-*Y pues quería compartirles lo más bonito que me ha pasado

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Y claro lo más hermoso que me ha pasado es mi hijo, también❤
Bonita noche, las amo. ⭐

Aprendiendo a ser papá ➳ jalonso.『 libro 1. 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora