Capítulo 41.

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—¡No voy a cuidarlo!—grité por 6ta vez.

Bryan y Freddy me habían pedido que cuidara a su hijo. Muy apenas podía cuidarme sólo y ya querían encargarme a un mocoso de pelo de brócoli.

—Vamos Jos... No será difícil..—insistió Bryan.

—Está bien—me rendí.

El pequeño niño solo me miraba, no estaba tan feo que digamos.

Tenía ojos verdes, por alguna extraña razón.

Quizás eran los genes de su tía Ashley.

Freddy tomó a Bryan de la mano y se lo llevó, cerraron la puerta azotandola.

El niño seguía mirándome.

—¿No te cansas de mirarme?

Negó con la cabeza.

Lo cargué y lo recosté en el sillón.

¿Qué tipo de series o peliculas ven los bebés?

¿50 sombras de Grey?

—¿Quieres ver sin tetas no hay paraíso?—pregunté sentándome a un lado de él.

—Ño—dijo con su voz tan tierna.

Alonso había ido a visitar al culero que nos abandonó, Braulio.

Dijo que no tardaba en volver.

Tomó el control remoto y puso el canal de Discovery Kids, en el cual estaba Peppa.

(...)

No sé cuántas horas han pasado, o quizás días... Pero solo sé que el niño desapareció.

Oh no.

Me paré enseguida del sillón y fuí corriendo a mi habitación, probablemente estaría ahí.

Y efectivamente estaba ahí, sentado en la gran cama, viendo fotos.

¿De dónde sacaría las fotos?

Me acerqué a él, y eran fotos de Braulio y yo.

Ni si quiera sabía de la existencia de esas fotos.

—¿Quen esh él?—preguntó inocentemente, refiriéndose a Braulio.

—Mi hijo.

—¿Po qué no eshtá contigo?

—Es mi culpa que él no viva con Alonso y conmigo—suspiré—me entrometí tanto en su vida que terminé arruinandolo todo.

Me miró y después sonrió.

—¿Qué edad tienes?—pregunté.

Con su manita izquierda me puso 4 dedos.

Qué tierno.

—¿Sabes? Creo que siempre arruino todo, no es novedad que lo haga.

Por alguna extraña razón estaba hablando con él, como si tuviese mi edad, qué ridículo es esto.

—No es sheto.

—Sí lo es. No me entenderías, eres apenas un bebé, ¿y yo? Un adulto inmaduro que no supo darle el amor correspondiente a su hijo.

—Él te quele.

—No lo creo.

—Si no lo hiciela, no shería tu hijo.

Awww.

—Tienes razón, mocoso.

Trató de bajarse de la cama y por accidente se cayó de boca.

No pude contener la risa y solté una carcajada.

—¡Ay! ¡Me callí!—dijo riendo.

*

Ya eran alrededor de las 9, decidí darle de cenar al niño, un cereal.

—No entiendo cómo es qué eres tan tierno, tu padre ni tu ma... Otro padre lo son.

Siguió comiendo mientras reía.

Yo tenía una mano en mi rostro, solo me dedicaba a observarlo.

Él me hizo recordar a los tiempos en los que yo era padre.

El niño bostezó, ya era hora de que durmiera.

Pero, Bryan y Freddy no llegaban.

Quizás me toca dormirlo.

Lo cargué y lo subí hasta mi cuarto. Al llegar, lo recosté en la cama y poco a poco iba cerrando sus ojitos.

—Te queo musho—dijo bostezando.

—Yo también te quiero, cómo sea que te llames.

Aprendiendo a ser papá ➳ jalonso.『 libro 1. 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora