Capítulo 37.

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Braulio.

—No voy a manejar—repetí.

—Ya estás adentro del carro, ni modo.

—Pero... ¿Y sí choco?

—No lo harás, no te preocupes.

(...)

—¡VAS A CHOCAR CON EL AUTO DE ATRÁS! ¡IDIOTA!—gritó Alonso.

—Pero si todavía ni si quiera me muevo.

—Ah, lo siento.

Mamá me había puesto a manejar, yo no quería, sentía que iba a pasar un accidente.

La última vez que manejé fue con Jos, pero chocamos y me pusieron multa.

Tenía que tener mucho cuidado para ir de reversa y retornar, pues, habían muchos autos en el estacionamiento donde nos encontrábamos.

Encendí el auto y empecé a mover el volante.

—¿Por qué insistes tanto en enseñarme a manejar?—pregunté.

—Algún día tendrías que hacerlo, de todas maneras.

Salí del estacionamiento, con suerte.

Solo tenía que dar una vuelta y terminaban las "clases de manejo".

*

Había terminado de dar la vuelta, gracias a dios no pasó nada.

Ahora mismo me encontraba en mi cuarto mirando la ventana, creo que eso me mantenía ocupado.

La luz led se encendió de mi celular, después de todo creí que sería un mensaje sobre las noticias o algo así.

Revisé y era un mensaje de texto de un número desconocido.

”Te extraño

Decía el mensaje.

Amigo, o amiga, creo que te equivocaste de número”

No no, estoy seguro de que este es el número que me dieron”

“Tal vez pusiste un dígito mal. Cómo sea, adiós.”

“Bueno, quizás sea eso. Espera, no te vayas, aunque sea un desconocido, quiero hablar contigo”

Estoy muy ocupado”

“¿Haciendo nada?”

Salí de la conversación y bloqueé mi celular.

No iba a hablar con un desconocido, que probablemente sea un secuestrador.

Me llegó otra notificación y era el mismo número.

“Sí piensas que soy un secuestrador, no lo soy, por si tenías duda”

Oh vaya, ahora sabe qué es lo que pienso.

Me recosté en mi cama y vi al techo, no tenía nada importante qué hacer.

Mi celular volvió a sonar.

“¿Tienes novio?”

“¿Por qué no me dejas en paz?

“Lo siento, quiero amigos

“Pues sal a la calle, y socializa”

“Me da flojera”

Volví nuevamente a bloquear mi celular.

Ese chico sí que era raro, incluso más que yo.

Me levanté y me desvestí, para después ponerme mi pijama.

Pero antes de ponermela me llegó otro mensaje.

“¿Por qué me dejas en visto?”

“Por que quiero”

“Vamos, ten lástima por , solo quiero hablar con alguien”

“Pues consigue otro número”

“Qué malo”

Gracias ;)”

“¿Qué edad tienes?”

“Pa k kieres saber eso jaja saludos”

“Hablo en serio”

No le respondí y empezó a escribir.

“Yo tengo 19 c:”

“No te pregunté”

“...”

Bloqueé mi celular.

Quería dormir un rato, para relajarme y despejarme de la sociedad.

Cheque mi celular.

“Buenas noches, hasta mañana”

“Aún no me duermo”

“No me importa, buenas noches c:”

Igualmente”

No creo que sea una mala persona.

Quizás sería bueno que me diera tiempo para conocerlo.

Y olvidar mi amargura.

Olvidar a Israel.

Aprendiendo a ser papá ➳ jalonso.『 libro 1. 』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora