En el bosque

XXV~ 'I love you'

Mis manos seguían aprisionadas contra la pared envueltas por una mano de Harry mientras que con la otra cogía mi pierna subiendola hasta su cadera, apreto levemente y un jadeo escapó de mi boca, se acercó más a mi juntando nuestras partes íntimas. Podía notar lo contento que se había puesto con sólo un beso.

Bajó sus besos hasta mi cuello y empezó a dar pequeñas mordidas y a después a lamer lo que había mordido.

Este chico sabía lo que me volvía loca y lo aprovechaba al máximo para llevarme casi al delirio. Me solté como pude de su agarre y metí mis manos entre sus rizos, acariciandolos y dando leves tirones a los que el correspondía con pequeños gemidos que me hacían desearle más.

Puso sus manos en la parte trasera de mis muslos para que pusiese mis piernas alrededor de sus caderas.

Me empujó más contra la pared para que no me cayese al soltar mis muslos y empezó a quitarme la camiseta que llevaba

-Te dije que te lo vería puesto -bajó un momento la mirada hasta mi sujetador negro básico y luego volvió a subirla a mis ojos mezclando así su verde con el mío y sonriendo como un niño al que le acaban de regalar un juguete.

-No es el mismo que viste -reí levemente

-Igual no -bajó su cabeza hasta el valle de mis pechos y empezó a darme besos subiendo por la parte que el sujetador no tapaba -Pero me da igual

Gemi ante su contacto y arqueé mi espalda involuntariamente dándole a él el acceso que necesitaba para desabrocharme por completo el sujetador y tirarlo al suelo de la habitación.

-Espera un momento que estamos en desventaja -como pude le quité la camiseta que llevaba y me quedé observando sus músculos bien marcados, su ancha espalda, sus pectorales y abdominales marcados, y la 'V' entre sus caderas. Parecía un ángel, un ángel de otro tiempo, mi ángel guardián.

Harry empezó a jugar con mis pechos encendiendo así todo mi ser. Su índice y pulgar jugaban con un pezon mientras que su boca se ocupaba del otro

-Vamos a la cama -dije entre jadeos por culpa de sus atenciones a mis pechos

Él subió la cabeza, sonrio y me beso apasionadamente mientras me cogía del trasero y hacia que me volviese a colgar de sus caderas.

Bajé mi cabeza y empecé a besar el cuello de Harry pasando por su mandibula y mordiendo el lobulo de su oreja, él sólo gemia y apretaba sus manos más fuerte contra mi trasero y acercandome más a su intimidad.

Me tiró con cuidado en la cama quedándose él depie y se desató el botón del pantalón deslizando la tela por sus caderas y quitandosela cuando le llegó a los tobillos. Miré sus boxers negros y la protuberancia que intentaba salir de ellos, mordi mi labio sin darme cuenta

-Mierda Nerea -subí mi mirada y pude ver como sus ojos destellaban pasión y lujuria y como torcia sus labios en una sonrisa seductora y prometedora -Sabes como me pone que hagas eso

-Ha sido sin querer -lo decía de verdad pero una risita salió de mi al ver la cara de él -Es verdad, creeme

-Sea como sea -Se subió encima de la cama a cuatro patas y empezó a andar hacia mi como un tigre cuando va a cazar a su presa. Despacio, comiendose con la mirada cada parte que mi falta de prendas superiores mostraba. Ahora mismo desearía llevar algo. Intenté taparme con los brazos pero Harry me cogió de ellos y de un plumazo me tumbo entera en la cama, sus manos atrapando mis antebrazos al colchón a la altura de mi cabeza y sus piernas no me dejaban moverme -Me encantas, no tienes que taparte amor.

Bajó su cabeza hasta mis pechos y volvió a jugar con ellos tal cual había hecho minutos antes. Un gemido salió de mis labios y él sonrió levantando la cabeza para seguir con su tortura un poco más arriba en mi cuello.