XIX~ Tocando

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Llorar, llorar y llorar. Eso era lo único que hacia. Pensé que Louis me ayudaría, que él me sacaria de este tugürio, pero no, él era como su hermano, un maldito farsante que sólo quería el elixir a toda costa.

Niall decía que me quería a mi, pero yo estaba segura que sólo decía eso para que le ayudase a encontrar el sitio donde este se guardaba.

¿Pero y si no es así? ¿Y si también te quiere para él?.

Maldito subconsciente, cállate la boca que no tienes ni idea. Niall sólo quiere el elixir y hará todo lo que sea necesario para conseguirlo por que es malo.

Nunca pensé que ese chico rubio y de ojos azules con cara aniñada pudiese hacer todo esto. ¿Qué era lo que le llevaba a hacer todo esto?.

Con esta pregunta me levanté de la cama y me dirigí a la mesita que había en la pequeña habitación. Una bandeja con agua, un chusco de pan y un plato de sopa descansaban allí. Hacia unas horas que un hombre me lo había traído, diciéndome de parte de Niall que comiese. Pero me había negado. No tenía hambre, sólo quería llorar y llorar hasta caer deshidratada.

Cogí la pequeña cuchara y toqué la sopa, estaba todo pegado y frío. Que asco. Así era imposible comerlo. Además, no me arriesgaría, ¿Y sí estaba envenenado?. Ya lo habían hecho para traerme aquí así que no les costaría nada volver a hacerlo para llevarme a otro lado o incluso para matarme.

Un escalofrio recorrió todo mi cuerpo.

Matarme.

No, no podían hacer eso, me necesitaban, sin mi nunca sabrían donde estaba el elixir. Recuerdo el día en que Harry me enseñó como llegar hasta él y como me explicó él por qué tenía que estar allí y justo allí. Al parecer las condiciones correctas para su conservación como la temperatura y la humedad sólo las encontrabas allí.

Mi mente seguía pensando y pensando, sin dejar de darle vueltas a la idea de que podían matarme, aunque lo intentase negar era una posibilidad. Mi mente bullia con todas historias descabelladas de como podía suceder.

Yo nunca había sido positiva, para que me entendais, veo el vaso medio vacío en vez de medio lleno.

Me levanté de la mesa rápidamente intentando despejar mi mente. Imposible. O hacia algo o me moriria allí mismo, pero del asco y de la preocupación.

La habitación seguía teniendo el poco mobiliario que presentaba horas antes, nada había cambiado. La mesita, el sillón y la cama, ya podian haber puesto algo más. Me agaché y miré debajo de la cama, mi sorpresa fue inmediata, había una guitarra, una sonrisa apareció en mi cara. La primera desde hace días.

Alargué la mano y la cogí, bien, tenía las 6 cuerdas intactas, me senté en la cama, coloque mis dedos para que tocasen el acorde de DO M y rasgué las cuerdas haciendo sonar asi una pequeña melodía estridente, hice una mueca con la cara. No estaba afinada, ¿Y como sabía yo eso?. Muy fácil, desde pequeña tocaba la guitarra, fui a una escuela de música y mas tarde al conservatorio para mejorar mis cualidades, siempre se me había dado bien, pero desde que pasó todo lo de mi familia lo fui dejando y dejando hasta dejar de tocar. 

Afiné la guitarra moviendo las clavijas hasta que de las cuerdas salió el sonido que tenía que salir.

Puse mis dedos en La m y empecé a tocar mientras cantaba:

Give me love like her, 

'cause lately i've been waking up alone. 

Pain splatter tear drops on my shirt, 

Told you i'd let them go. 

And i'll fight my corner, 

Maybe tonight i'll call ya, 

En el bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora