5°«Complicado».

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—Susan, sí no te das prisa, llegarás tarde al instituto —era la voz de mamá en su intento de levantarme de la cama.

—Mmmmm...Siii —respondí de manera perezosa, aún con los ojos cerrados.

—¿Otravez te quedaste hasta tarde con la televisión? —me la podía imaginar con los brazos y el ceño fruncido, lo que me causó una leve sonrisa.

Abrí un poco los ojos, sí, definitivamente estaba así.

—Talvez sí, talvez no.

Me levanté, me dirigí al baño de mi cuarto, abrí la llave para que la tina se llenará, mientras buscaba el jabón de burbujas para la ducha, el de manzanas era mi favorito.

Me encanta ver la televisión, pero que yo recuerde no fue por eso que me desvelé anoche.

Había llegado a casa un poco atareada por la abrumación y furor que me pusieron los nervios de punta, ya que todos alborotados con la presencia de los chicos del equipo eran un caos, los murmullos incesantes se volvieron odiosos y las risitas nerviosas un zumbido irritante.

A los profesores tampoco les hizo gracia el “pequeño” incidente, porque todas las clases fueron monótonas y cargadas de cientos y cientos de explicaciones con el propósito de dejar tareas abrumadoras y extensas.

El montón de tareas una parte la realicé en la biblioteca del instituto y después del incidente en el que acabé estrellada contra un cuerpo, regresé a casa después de una explicación al taxi que duró cerca de 2 horas porque no la sabía y llegamos por medio de muchos: GIRE A LA DERECHA, GIRE A LA IZQUIERDA, ESPERE, VUELVA A LA CALLE ANTERIOR, RETROCEDA, POR AQUÍ NO ES, ME EQUIVOQUÉ, VUELVA,  REGRESE EN LA CALLE QUE EMPEZAMOS, VUELVA AL INSTITUTO, ETC...

Todavía no me aprendía los circuitos de Forest Cold y mamá había llamado para decirme que Grace y yo ella no podrían ir por mí al instituto y cogiera un taxi. Fué un alivio para mí saber que el instituto tenía un trato con un convenio de taxis.

Estaba ya en la tina, deleitandome con mi aroma favorito, cuando de repente se me vino a la mente el día de ayer. Fué por esa silueta, ese aroma quedó impregnado en mí, que no me dejo cerrar ni un ojo en toda noche, de no ser porque me regañé a mi misma diciéndome mentalmente que mañana tendría clasesy tenía demasiadas tareas no habría dormido en toda la noche.

Pero mientras cerraba los ojos lo recordaba casí con claridad...

Choque con algo o eso pensé hasta que me dí vuelta, porque al parecer estaba tan absorta en la fragancia tan embriagante, que no me había dado cuenta de que en realidad era un chico, pero... No cualquier chico, la luz del sol reflejaba su cuerpo y sólo podía ver su silueta un poco borrosa...

Era alto, cabello un poco alborotado, peinado hacia arriba.

¿Quién podría ser?, ¿Quién podía tener ese olor tan sutil, tan enloquecedor? Porque no esque sea pedófila, pero se aceptar cuando algo es llamativo.

Su fragancia era tan... ¡Susan! ¿!Que rayos te pasa!?

Me sumergí nuevamente en la tina, para apartar todos esos pensamientos. Posiblemente podía ser el conserje o alguna otra persona y yo aquí perdiendo mi tiempo.

Necesita concentrar toda somos fuerzas en cosas buenas como mi promedio estudiantil y mí pasado. Pronto cumpliré los 18 y podría inscribirme en algún programa para mi amnesia. A mamá le preocupa con lo que me pueda encontrar pero mí curiosidad me pude y yo sé que talvez lo estoy mal y mintiendo, pero así son las cosas. Yo quiero saber que es lo que realmente existió, quiero la verdad y no importa lo mucho que yo haya sufrido por la falta de papá.

¿Y si gano?© ||EDITANDO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora