22°«Peligro».

207 9 0
                                    

Lunes.

Hay situaciones y cosas en la vida en las que no te das cuenta de cuándo sobrepasas la línea entre lo emocionante y lo realmente peligroso.

Y no importa lo que creas, es muy, muy malo.

«Sí tan sólo pudiera volver atrás, lo haría sin pensarlo»

Pero ya no podía, y tenía que aceptarlo y ese era exactamente el tipo de situación en el que yo me encontraba.

Sentada en el último ricón de la sala de espera para entrar al despacho del director.

Sí, allí estaba yo. En problemas.
Esperando que Grace viniera a buscarme.

El encuentro con ese muchacho, y con eso me refiero a Landon, siempre es malo.

Es una de las personas más desconcertantes y agresivas que había conocido jamás. Un completo imbécil.

Me había arrastrado a este lugar, uno de los ambientes "privilegiados" en donde sólo estaban los chicos problemáticos.

Mis blancos pantalones de habían pasado a ser unos mugrosos pantalones sucios y grises, mi chaqueta de cuero negro tenía un enorme rasguño en el codo, y en mí uña había sangre.

«¡Lo odio tanto!»

Y, para colmo de todos mis males, compartía el espacio con él en frente a mí.

No dejaba de mirarme.

«Perfecto. Tu primer día tratando de evitarlo y no tomarlo en cuenta y pasa ésto. Y la pasas a solas con él, ¡una vez más!»

Pienso matar a ese estúpido en cuanto salga de aquí»-me dije.
Desde luego que lo iba a hacer.

De fondo, las voces del guardia de seguridad se entremezclaban con la retransmisión de un vídeo en el que afortunadamente Landon y yo éramos los protagonistas.

Traté de arreglarlo incontables veces, pero lo único que recibí por respuesta fueron respuestas acusatorias y tampoco esque Landon ayudé mucho.

¡Él sólo se reía de mí! ¡Y de mis intentos sin importar que él también estaba metido en ellos y en problemas!

Sin duda estaban tan cansados de mis respuestas y él de chicos problemas como Landon.

Instintivamente sacudí mis pantalones, como si el color blanco pudiera volver a
aparecer.

«Ahora que excusa tengo para justificar está vez mi ropa sucia. Mi madre no se creyó tanto lo de la otra vez sobre el café en mi blusa.»

Cuando caí en aquellos arbustos no lo tomé tanto en cuenta como ahora lo estaba haciendo.

Mis pensamientos sobre lo que pasó hace sólo un par de horas se interrumpieron cuando, de repente, "mi compañero" de castigo se levantó para soltar una sonora carcajada y mírarme desde arriba.

Me aferré a mi asiento en cuanto lo vi caminar hacia mí.

Todavía no podía superar lo que había pasado o lo que estuvo por pasar.

Aquello no pintaba bien y, sin poder evitarlo, pensé en la situación que me había llevado hasta allí...

***
La gélida brisa de la mañana me envolvió en cuanto abrí la puerta del auto para entrar al instituto.

Según mis cálculos a esas alturas ya se podría llamar casí medio Otoño/Invierno.

Forest cold ya estaba toda fría y sólida y el ambiente era húmedo y frío.

¿Y si gano?© ||EDITANDO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora