¿Y si gano?© ||EDITANDO||

14°«Ella».

LANDON.

Me levanté por un suave toque en mi puerta.

—Landon querido, vas a llegar tarde.

Sabía quién era, mí vida estaba ligada a esa mujer de por vida.

La quierl como a nada en este mundo.
La única mujer a la que no aborrezco, claro. Aparte de mí madre y mi hermana.

Amaba a esa mujer, ella era la razón por la cuál amaba las tartas de mora, y el chocolate. Charlotte.

Mí nana.

Ya casí no pasaba en casa de mis padres, pero cuando lo hacía era porque necesitaba hablar con alguien quién realmente me conociera, Charlotte. Y alguien quien realmente la quisiera y estuviera al pendiente de ella, Lily, mi hermana.

Lily es un año menor que yo.

—Sí, bajo en unos minutos —respondí.

La verdad no esque no supiera ya, lo de llegar tarde. Quería hacerlo.

No quería cruzarme con nadie, ni dar explicaciones, tampoco que me pregunten sí realmente estaba bien.

No tengo tanto interés en ir a la rutina de siempre.

Estaba ahí en mi cuarto, ya no era lo mismo. Es decir, me pertenecía, pero no lo sentía mío.

¿Les ha pasado?

Cuando lo descubrí... era difícil.

Así como el tatuaje en mi brazo, ese sí que lo tenía...

«Basta, no es buen camino. No ayuda.»

Me levanté de la cama, lavé mis dientes, tomé una ducha y bajé.

El olor a su comida, ya hacía fantasear a mi estómago.

Charlotte, sin duda era la mejor.

—Buen día Charlotte —saludé con un beso en la frente.

—Buenos días, querido. Sabrás que estás con el tiempo ¿no es así? —me miró con los ojos entrecerrados.

—No, sí. Bueno la verdad sí.

—¿Un mal día?

—Querrás decir una mala vida —dije mientras me sentaba en la barra.

—No seas duro contigo. Te conozco mejor que nadie y....

—¿Y yo? ¿Yo que? —interrumpió Lily.

Bajaba los escalones, casí me reí al ver su mueca.

—Buenos días, cariño —la miró Charlotte— tú también. Sólo no estabas presente.

Lily se acercó y le dió un beso en la mejilla y se acercó a mí.

—Hola, hermano mayor —dijo sonriéndo.

Le sonreí de verdad, no como lo hacía siempre con las demás.

—Hola, pequeño saltamontes —la miré de reojo, sentía su mirada en mí— ¿Y?

—¿Y? —repitió, y su ceño se marco más— como que ¿Y? Landon. No me hagas a un lado en tus cosas, soy tu hermana.

—Mi hermana menor, por cierto —la miré divertido, y mientras lo hacía me fijé.

Ya casí no podía protegerla, ya estaba grande, casí adulta.

Vestía como una chica más madura y no como cualquiera, ella realmente ama la moda y todo eso.