Cuerpo y Mente (Vkook)

Cambio

Jimin

Los vi partir con lágrimas en los ojos. No es como si fuera a echar de menos a V. En realidad estaba aliviado por no tener que someterle a más pruebas y hacerlo sufrir.

Estaba satisfecho con las personas que lo habían comprado, aunque ya sabes, no te fíes de las apariencias.

Aquellos dos jóvenes chicos se habían preocupado por la desnudez de V y ni tan sólo lo miraban con deseo. Lo primero que hicieron con él fue abrazarlo y llorar. Sobretodo el más alto. Lo segundo que hicieron, fue vestirlo y eso me pareció muy dulce.

Con suerte, V estaría en buenas manos. Almenos en las mejores que la subasta podía ofrecer.

Miré con asco a la gente que seguía apostando dinero y cogí mis cosas para irme. Ya no sería instructor. Nunca más.
Me quitaría de encima mi oscuro pasado y me dedicaría a mí.

Antes, pero, debía terminar mi trabajo.

Encendí la moto y puse alta velocidad. Con suerte, aún atraparía ese Mercedes rojo chillón.

Hoseok

Llegamos a casa de Jin lo más rápido que pudimos. Taehyung no habló en ningún momento. Se dedicaba a respirar y mirar el mundo con desinterés. Ni miedo, ni inquietud, ni nervios. Nada. Y eso, me preocupaba.

-¿Jin? Vamos a tu casa. ¿Está Jungkook allí? -lo llamé.

-No. Él no volverá hasta la noche. Sólo vendrá para dormir, ni siquiera ha querido cenar con nosotros. ¿y vosotros? -preguntó con emoción- ¿Lo tenéis?

-Sí... Aunque no lo reconozco.

-¡Namjoon! -oí gritar a mi amigo- ¡Lo han encontrado!

Sonreí. Al fin y al cabo, lo habíamos encontrado.

Jungkook

Desde que Taehyung desapareció no pude olvidarme de él. Su carta aún permanecía cerrada. No me atrevía a abrirla.

Recordaba cada reacción de él que me llenaba el corazón, cada sonrojo suyo que me llenaban de orgullo y sobretodo su presencia en mi vida, que le daba calidez a mi hogar y siempre me acostumbraba a verlo paseando por mi casa.
Era un chico muy sorprendente. Cuando se dejaba llevar, que pasaba pocas veces, desprendía una vitalidad que enamoraba.
Ahora mi casa no era un lugar dónde me sintiera a gusto. Demasiado fría, demasiado solitaria, demasiado vacía sin Taehyung.

Yo lo había odiado. Hasta que un día Jin me dijo:

<<Él ha tenido una vida muy dura. ¿Cómo crees que se sentirá si tu te rindes? Piénsalo, ¿No habrías hecho tú lo mismo por él? Los dos sabemos la respuesta. Así que piensa que él decidió sufrir por tí. Seguramente se podría haber solucionado de otra forma pero, Jungkook, teniendo en cuenta que sus emociones no estaban, digamos, en su mejor momento, él utilizó esos sentimientos que creaste en él y que para Tae eran desconocidos, para decidir. Y eligió basándose en el amor que sentía por tí. Al fin y al cabo, es el sentimiento que él eligió proteger>>

Entonces lo perdoné. Por hacerme daño a mí y a él mismo. Pero también estaba feliz. Porque él me quería. Siempre lo había hecho.

Cada día soñaba en el día que volvería (no dudaba que lo haría) y también me lamentaba de no haberle dado una despedida más digna que yo llorando de dolor toda la noche. Estaba seguro que él no pudo dormir ese día.

-¿Jin? -contesté la llamada.

-Jungkook...¿Podrías venir un poco más tarde hoy?

Qué raro, pensé. Normalmente Jin me pedía ir más en su casa, no al contrario.

-¿P-por qué?

-Por favor, Kookie -respondió casi suplicando.

-C-claro. ¿Te va bien si me paso a la una?

-Perfecto. Gracias Kookie. Hasta luego. -y colgó rápidamente.

¿QUÉ ESTABA PASANDO AQUÍ?

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Bueno, ya llega el momento que tanto esperábais. Sólo deciros que esta historia será bastante larga pero entendedme, cada capítulo tiene apenas 4 páginas 😂 Así que no seáis muy vagos y no os asustéis.

Disfrutad 💜