Los amo tanto por la gran espera. No me odien.
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Dos años y varios meses después...
Se asomó por la ventana y observó a todas sus amigas, algunas reunidas con sus respectivas parejas, sentadas en la mesa del patio trasero. Sonrió. Estaba demasiado emocionada por ver su reacción.
—¿Lista?— se volteó a verla. Asintió lentamente con la cabeza y tomó su mano. Bajaron cuidadosamente las escaleras, una por una. La sonrisa de ambas era cada vez más grande.
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Horas antes...Se talló los ojos suavemente con el dorso de su mano. Acababa de despertar y aún tenía demasiado sueño, pero ya había dormido más que suficiente. La luz no se colaba por la ventana gracias a las cortinas negras, lo cual agradecía. Se levantó lentamente de la cama, se estiró y fue al baño a lavarse la cara, en verdad necesitaba refrescarse un poco. Cuando tomó la toalla para secarse, sintió un par de manos posarse en su cintura. Sonrió. Pasó la toalla por su cara y la volvió a colocar en su lugar. Se dio la vuelta y agachó su rostro un poco para poder ver mejor a su esposa. Dios, aún se sonrojaba y emocionaba al pensar en ello. Camila era su esposa y era completamente suya, al fin.
—Buenos días, mi amor.— se puso de puntitas la latina para darle un beso en la nariz. Rió un poco después de mirarla más de cerca.— Tienes sueño.
—Dicen que si duermes más de lo que debes, eso sucede. No sé cómo quitarme el sueño de los ojos.
—Bajemos a desayunar algo. Quizá eso te ayude.— tomó su mano. Se abrió paso hacia la cocina y soltó a Lauren una vez que la ojiverde había jalado una silla para sentarse junto a la barra. Camila sacó el pay de queso con zarzamora que había preparado la noche anterior y cortó un pedazo, dándoselo acompañado de un vaso de leche.
Lauren se estiró hasta que pudo abrir el cajón con los cubiertos y tomó un tenedor, cerrándolo al terminar. Camila se sirvió lo mismo y colocó su desayuno junto a Lauren. Se acercó a ella por detrás y la rodeó por la cintura. La ojiverde comía más rápido que de costumbre, lo cual la hizo reír. Lauren entendió el por qué reía y eso la hizo estallar de risa también. Cesó unos segundos para tragarse el pedazo de pay que aún estaba en su boca y volvió a reír junto con Camila.
—¿Qué pasa?— dijo la pequeña vocecita tras entrar a la habitación. Traía su oso agarrado de una sola pata y con su otra pequeña mano se talló su ojito.
—Buenos días, Alex. Mami tiene mucha hambre, eso sucede.— dijo Camila. Se acercó a la pequeña y la cargó, dándole un besito en su mejilla, lo cual dibujó una sonrisa en su pequeño rostro.
—¿Cómo dormiste, mi amor?— preguntó Lauren con la boca llena, consiguiendo una mirada desaprobatoria de parte de su esposa.
—Bien, mami. ¿Puedo comer pay?
—Por supuesto.— Camila la sentó junto a la ojiverde y comenzó a servirle su desayuno.
Alex se convirtió en un miembro de la pequeña familia un año después de la boda de las chicas. Tras haber firmado los papeles de adopción, las tres se tomaron una foto en la cual lucían verdaderamente felices. Lauren la publicó en sus redes sociales y Alex se sonrojó al saber que los seguidores de su nueva mami la adoraban. Camila la llevaba a su trabajo los fines de semana e incluso participaba de vez en cuando anunciando el nombre de la siguiente canción.
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Tsunami {Camren}
FanfictionLauren organiza una fiesta para pedirle matrimonio a Camila en un restaurante en la costa hawaiana. Camila habla a solas con Lauren para decirle que no se encuentra lista y que prefiere terminar, pues siente mucha presión de parte de su novia. El de...