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-Recuerdo mi nombre, recuerdo a mi familia, a mis amigas...- la chica dijo emocionada, parando de hablar abruptamente.

-Pero no me recuerdas a mí.- completó su oración la chica de ojos marrones.

-No.- dijo, dándose por vencida.- Pero eso no significa que no lo haré.

Camila miró a todos lados indecisa y tomó una decisión tras suspirar.

-Necesito tomar algo de aire fresco.- y sin más abandonó el lugar.

Las cuatro chicas la miraron marcharse, y justo cuando Dinah planeaba seguir a su amiga, Veronica entró corriendo.

-Chicas, Lucy se siente mal.

Todas la siguieron hacia la habitación de la chica confundidas, puesto que desconocían la razón de su estado.

Mientras tanto, Camila caminaba hacia la habitación de sus mejores amigas Sandra y Marielle. Era momento de estar con ellas y de pedirles ayuda. Se había reunido con Dinah, Normani y Ally porque eran amigas en común con Lauren, creía que le sería más fácil obtener un consejo porque también conocían a la ojiverde - la morena y la más baja un poco más que la polinesia- pero todo había sido en vano. Tocó la puerta y Sandra atendió, abrazando a la chica y dejándola pasar.

-Mila, es bueno que estés aquí.- sonrió Marielle, levantando la vista de un libro que había tomado de un cajón en el closet.

-Quería disculparme, chicas, por no haber pasado tanto tiempo con ustedes estos últimos días. Créanme que estoy muy feliz de que estén vivas, y sin ustedes, yo no sería nada.

Las chicas la miraron enternecidas y la abrazaron.

-No te preocupes, todo está bien.- dijo la más alta.

-Venía aquí por un consejo, y sé que puedo contar con ustedes.- las miró con incertidumbre antes de continuar.- Cuando volvamos a Estados Unidos, quiero pedirle matrimonio a Lauren.

-¿Después de que recupere la memoria?- preguntó la más baja, tomando asiento al borde de la cama.

-Si. Sé que cuando lo haga, no querrá volver a verme, entonces tengo que hacer algo enorme.

-Consigue ayuda de Lana del Rey.- comentó Sandra, haciendo reír a la latina.

-Claro, como Elizabeth y yo somos mejores amigas. No conseguiría a Lana ni en un millón de años.

-No sería ningún problema. Sólo tendrías que ver cuánto cobra por un show privado y esperar hasta que juntemos el dinero suficiente.

-Marielle, no es así de fácil. Además, hicieron suficiente con haber apoyado a Lauren. Esto debo de hacerlo por mi cuenta. Yo soy la que la rechazó después de todo.

-Sabes cual es la única cosa que funcionaría, pero eres demasiado cobarde como para hacerlo.- soltó de vuelta.

-¿Disculpa?- Camila se sintió ofendida.

-Es la verdad. Lauren jamás te ha escuchado cantar y ella anhela hacerlo desde que se enteró de que lo haces.

-¿Y cómo sabes eso? - contestó extrañada.

-Cuando fue a pedirnos ayuda, Sandra y yo dijimos que estarías tan feliz cuando te lo propusiera que te pondrías a cantar de la emoción y nos dio risa porque sabíamos que no lo harías por nada del mundo. No esperábamos que le dijeras que no.- se ganó una mirada asesina de parte de su amiga.- Y ella no entendía porqué lo habíamos dicho, hasta que le apostamos que de seguro jamás te había escuchado cantar. Ella estaba más que sorprendida, ¿verdad, Sandra?- la chica asintió y rió.- Dijo que no lo había notado, pero que era cierto. Y pues, le enseñamos un poco del video que teníamos de cuando cantaste Skyscraper y lloró. Le encanta tu voz y desea mucho que le cantes. Hazlo, Mila.

Tsunami {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora