{Se que hemos pasado por mucho juntos, se que ha habido miles de razones para que no lo estuviéramos, miles de obstáculos, pero mira, aquí estamos, cinco años después demostrando que podemos con todo, cariño. Y es que te amo mas que a nadie, te quie...
-Ya se lo que tienes- sonrío y entramos al supermercado.
No entiendo porque Deborah ha tenido que volver, aunque ya se estaba tardando en molestar alguien. En estos cinco años hemos estado tranquilos, sin ex-novias locas, sin secuestros. Una vida normal. Pero no llevamos ni un día aquí y eso ha cambiado. Mentiría si dijera que esto no me preocupa.
Cuando acabamos de coger todo lo necesario vamos a pagar. El cajero no para de echarle miradas a Aria.
-Ti avviso, piantala di fissare la mia donna (Te aviso, deja de echarle miradas a mi chica)- le digo al chico mientras le doy el dinero de la compra y él me mira raro.
-¿Qué ha dicho? No hablo su idioma- le dice a Aria con una sonrisa de lado.
No entiende...
-Ni lo intentes, chico- le respondo yo con un tono frío. Él me mira, nos da el cambio y nos largamos.
-Piantala di fissare la mia donna. Vaya Dylan, antes no eras tan celoso- dice Aria con cierto tono de burla.
-Corrijo, no lo demostraba tanto
-¿No lo demostrabas tanto?- alza una ceja.
-Ya sabes, tu belleza crece día a día, por lo que ahora tengo que demostrarlo mas que ayer pero seguramente menos que mañana- sus mejillas se ponen rojas mientras dirige su mirada al suelo y suelto una risa.
-Vaya, vaya... A quien tenemos aquí- dejo de mirar a Aria y ahí están Finn y Jack.
-Los italianos- sonríen.
-Chicos- dice Aria feliz. Dejamos las cosas en el suelo y los abrazamos. Aria abraza a Jack, quien al alza dándole algunas vueltas y yo abrazo a Finn. Y después al revés pero Aria y Finn se abrazan durante un rato mas susurrándose cosas que no logro entender. Después de que nos fuéramos a Italia, Finn y ella han hablado mucho por lo que ahora se llevan tan bien que parecen hermanos.
-Cuando Ían me dijo que estabais aquí no lo podíamos creer- dice Jack.- Después de ¿tres años? Por fin juntos.
-Si, chicos-, dice ahora Finn aún abrazado a Aria,- esta noche fiesta. Hay que celebrar que los tres mosqueteros y su mosquetera están de vuelta.
-Chicos no creo que sea buena idea, estamos cansados y...- empiezo a decir pero me interrumpen.
-Sin excusas, no aceptamos un no por respuesta- dice Finn
-Está bien- dice Aria.- Hay un sitio al que quiero ir. A las once en casa de Dylan-. Los gemelos se miran y sonríen.
-Bien- dicen a al vez. Nos despedimos de ellos y seguimos nuestro camino a casa en silencio.
Una vez en casa colocamos al compra y nos dormimos en la sala viendo Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. Para cuando nos despertamos son las diez así que nos empezamos a preparar, Aria se ducha en mi cuarto y yo en el que pertenece a Mike. Él está en España, viviendo con su novia, no es bonito tener a tu mejor amigo a miles de kilometros ahora pero es soportable ahora que existe Skype.
15 minutos después salgo de la ducha y vuelvo a la habitación. Busco en el armario la ropa y me la pongo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.