Capítulo 4

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Dylan

-Ya se lo que tienes- sonrío y entramos al supermercado.

No entiendo porque Deborah ha tenido que volver, aunque ya se estaba tardando en molestar alguien. En estos cinco años hemos estado tranquilos, sin ex-novias locas, sin secuestros. Una vida normal. Pero no llevamos ni un día aquí y eso ha cambiado. Mentiría si dijera que esto no me preocupa.

Cuando acabamos de coger todo lo necesario vamos a pagar. El cajero no para de echarle miradas a Aria.

-Ti avviso, piantala di fissare la mia donna (Te aviso, deja de echarle miradas a mi chica)- le digo al chico mientras le doy el dinero de la compra y él me mira raro.

-¿Qué ha dicho? No hablo su idioma- le dice a Aria con una sonrisa de lado.

No entiende...

-Ni lo intentes, chico- le respondo yo con un tono frío. Él me mira, nos da el cambio y nos largamos.

-Piantala di fissare la mia donna. Vaya Dylan, antes no eras tan celoso- dice Aria con cierto tono de burla.

-Corrijo, no lo demostraba tanto

-¿No lo demostrabas tanto?- alza una ceja.

-Ya sabes, tu belleza crece día a día, por lo que ahora tengo que demostrarlo mas que ayer pero seguramente menos que mañana- sus mejillas se ponen rojas mientras dirige su mirada al suelo y suelto una risa.

-Vaya, vaya... A quien tenemos aquí- dejo de mirar a Aria y ahí están Finn y Jack.

-Los italianos- sonríen.

-Chicos- dice Aria feliz. Dejamos las cosas en el suelo y los abrazamos. Aria abraza a Jack, quien al alza dándole algunas vueltas y yo abrazo a Finn. Y después al revés pero Aria y Finn se abrazan durante un rato mas susurrándose cosas que no logro entender. Después de que nos fuéramos a Italia, Finn y ella han hablado mucho por lo que ahora se llevan tan bien que parecen hermanos.

-Cuando Ían me dijo que estabais aquí no lo podíamos creer- dice Jack.- Después de ¿tres años? Por fin juntos.

-Si, chicos-, dice ahora Finn aún abrazado a Aria,- esta noche fiesta. Hay que celebrar que los tres mosqueteros y su mosquetera están de vuelta.

-Chicos no creo que sea buena idea, estamos cansados y...- empiezo a decir pero me interrumpen.

-Sin excusas, no aceptamos un no por respuesta- dice Finn

-Está bien- dice Aria.- Hay un sitio al que quiero ir. A las once en casa de Dylan-. Los gemelos se miran y sonríen.

-Bien- dicen a al vez. Nos despedimos de ellos y seguimos nuestro camino a casa en silencio.

Una vez en casa colocamos al compra y nos dormimos en la sala viendo Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. Para cuando nos despertamos son las diez así que nos empezamos a preparar, Aria se ducha en mi cuarto y yo en el que pertenece a Mike. Él está en España, viviendo con su novia, no es bonito tener a tu mejor amigo a miles de kilometros ahora pero es soportable ahora que existe Skype.

15 minutos después salgo de la ducha y vuelvo a la habitación. Busco en el armario la ropa y me la pongo.

 Busco en el armario la ropa y me la pongo

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