Capítulo 25

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Aria

8 meses mas tarde...

-¡Dylan!- grito desde el salón e inmediatamente aparece él corriendo por el pasillo

-¿Ya viene?- pregunta alterado y yo me río.

-No, solo quiero helado de vainilla

-¿Y por eso gritas?- pregunta elevando sus manos al cielo. Le doy una sonrisa inocente y el niega con la cabeza para después ir al congelador y sacar mi bote de helado y me lo trae con una cuchara.

-Gracias, amor- le digo y empiezo a comer mi helado mientras veo una vez mas El Destino de Júpitere, siempre amaré esa película. 

Dylan está muy alterado porque el bebé ya tendría que haber nacido, los médico dicen que si no nace en esta semana me harán una cesarea, asía que  bueno, intento estar lo más tranquila posible para que solo pierda él los nervios y quede alguien con sensatez aquí. 

Dejo mi helado a un lado y cojo mi libreta en la cual escribo de vez en cuando para el bebé. Así que ahí escribo cualquier cosa que me gustaría decirle y lo seguiré haciendo hasta que él cumpla los 18, después se lo daré.

Así que empiezo a escribir: "Hola bebé, estamos a punto de tenerte con nosotros y no puedo estar más emocionada..." 

De repente siento un fuerte dolor en mi barriga y después veo mis pantalones mojados, he roto aguas o me he meado, una de dos. Otra vez vuelvo a sentir una punzada en el vientre, vale, he roto aguas.

"Y ahí vamos pequeñ@, ya vas a nacer, nos vemos pronto"

-¡Dylan!- grito muy fuerte y él viene corriendo más rápido que antes

-¿Ya viene?- pregunta asustado y yo asiento.- ¡Oh dios! Vale, vale. Espera un segundo, voy a coger el bolso y nos vamos al hospital- dice y yo asiento mientras respiro hondo, como me ha dicho el médico. Dylan vuelve casi al momento.- Está bien, vamos.- Coge mi mano y me ayuda a levantarme y cuando me levanto una contracción aparece para quitarme la calma. Me quedo quieta en el sitio y me doblo hacia delante para que no me duela tanto pero no sirve.- ¿Estás bien?- pregunta mientras empezamos a andar para salir del apartamento

-¿Tú qué cres? Estoy a punto de sacar a una persona de dentro- digo de mala leche mientras sigo respirando hondo. Dylan suelta una risa nerviosa y bajamos en el ascensor al llegar a bajo, Gastón sale de detrás del mostrador para abrirnos la puerta.

-Que tout sorte bien, des messieurs (Que todo salga bien, señores)- dice Gaston al salir.

-Merci- le dice Dylan y seguimos caminando hasta el coche.- Respira hondo. Inspira, expira, inspira, expira...

-Cariño, ya se lo que tengo que hacer

-Me lo decía a mi mismo-. Llegamos al coche y él me abre la puerta de atrás ya que para esta ocasión sacamos hace unos días el Audi A4 que tenía mi padre en el garaje del edificio, me ayuda sentarme y la cierra. Mete el bolso en el maletero y abre la puerta del conductor pero alguien lo detiene. Es Ían y Chloe está con él. ¿Qué hacen aquí?

-Tranquilo, yo conduzco- le dice y Dylan se sienta a mi lado, coge mi mano y la besa

-Todo va salir bien- dice él

-Todo va a salir bien- le digo yo y lo beso. Miro hacia delante, Ían acaba de saltarse un semáforo en rojo.-¿Qué hacéis aquí?- les pregunto sintiendo como viene otra contracción y grito del dolor mientras aprieto mucho la mano de Dylan.

-Chloe quería ver la Torre Eifel, y aprovechando que ya casi iba a nacer el bebé nos vinimos. No nos esperábamos esto- dice riéndose en la última parte. Después de diez minutos llegamos al hospital. Ían para en la puerta de urgencias.- Bajaros aquí, yo voy a aparcar el coche después nos vemos, yo llevaré todo- dice y le hacemos caso. 

Dylan y Chloe me ayudan a bajar del coche y caminamos hasta la puerta. Al vernos, una enfermera llama alguien y segundos después aparece un enfermero con una silla de ruedas me sientan en ella y me llevan a una habitación con Dylan a mi lado, Chloe se quedó en la entrada esperando a Ían. El enfermero me levanta en sus brazos y me tumba en la camilla. Unas enfermeras entran y el enfermero y Dylan salen de la habitación mientras las enfermeras me preparan. 15 minutos después entra Dylan otra vez al lado de la doctora. Se pone a mi lado y me agarra la mano.

-Bonjour, Aria. Comment vas-tu? (Hola, Aria. ¿Cómo vas?)- dice la doctora Marise mirándome con una sonrisa

-A ton avis ? (¿Cómo crees que estoy?)- digo borde y ella se ríe. Debe de estar acostumbrada.-  Mais je suis bien à l'intérieur de ce qui tient (Pero estoy bien dentro de lo que cabe)-. Ella asiente y mira cuanto eh dilatado.

- Tu n'es pas prête (Aún no estás lista)- dice y se levanta y apunta en su portapapeles.- À l'intérieur de je reviendrai rudement (Dentro de un rato volveré)- dice antes de salir

-Me ha dejado como estaba. Menos mal que las contracciones aún no son tan seguidas- digo en un suspiro

-¿Cada cuanto?- pregunta Dylan a mi lado

-Cada 4-5 minutos aproximadamente-. Lo miro y sonrío

Una hora después la doctora decide que ya es hora. Así que me meten en la sala de parto y Dylan a mi lado

-Bien, Aria- dice sin equivocaciones en nuestro idioma.- Vas a respirar profundo y cuando yo te diga empujas, ¿de acuerdo?- dice y yo asiento. Hago lo que me digo, respiro profundo aguantando el dolor. Cojo aire, suelto aire,... ¿Por qué he dicho que no a la hepidural? Cojo aire... - Empuja- dice y eso hago. Aprieto la mano de Dylan mientras hago toda la fuerza que puedo.- Venga, Aria, tú puedes.- Aprieto más la mano de Dylan

-Me estás achicharrando la mano, cariño- dice Dylan con cara de sufrimiento

-Claro, es que a mi no me duele nada- digo sarcásticamente

-Lo siento. Tu puedes, Ar. Venga- dice ahora alentándome. Sigo empujando y cada vez que lo hago me agoto más.

-No puedo, no puedo- digo mientras lloro, esto es demasiado para mi.

-Venga, Aria, ya casi está- dice la doctora y vuelvo a empujar.- Una vez más-. Empujo una vez más y se oye un llanto.- Y aquí está vuestro pequeño- dice con media sonrisa. Me tumbo en la camilla y suspiro agotada. Dylan se acerca y deja un beso en mis labios

-Tranquila, lo has hecho muy bien, Ar- dice él con una sonrisa enorme en su rostro, yo solo asiento y cierro los ojos un momento. Estoy muy cansada. Cuando los vuelvo a abrir, la enfermera está poniendo al pequeño en los brazos de Dylan.- Hola, pequeño. Soy papá-, acaricia su cara con la mano.- Llevo mucho tiempo queriendo conocerte- dice mientras una lágrima cae por su mejilla. Me mira y creo que no voy a poder olvidar esa sonrisa. La sonrisa de un padre que ve por primera vez a su hijo, es algo único.- ¿Quieres ver a mamá? Vamos, pequeñín.- Deja un beso en su cabeza y lo pone en mis brazos.

Miro su cara, sus ojos, su pequeña nariz, su boca... es, simplemente, perfecto. Me he imaginado muchas veces como sería pero nunca pensé que sería así, tan frágil, tan pequeño, tan, tan perfecto.

-Hola pequeño- digo con una sonrisa.- Bienvenido, Chase- le digo de nuevo y sonríe con sus ojos grises abiertos. Su primera sonrisa. Dylan pone su cabeza junto la mía.- Por fin está aquí, Dy

-Si, por fin- dice y coge la mano de Chase. Nuestra nueva vida acaba de empezar, justo aquí, en esta sala de parto.

Always.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora