Aria
-Hola, ¿se me oye? Bien-. Dylan sonríe.- Como sabéis estamos aquí para celebrar el cumpleaños de Aria-. Todos aplauden mientras me miran y yo sonrío.- Y supongo que también sabéis que es mi novia. Así que, amore mio, te pido que subas aquí conmigo.
Horas antes
Han pasado dos semanas desde que Margaret me disparó y me he pasado la mayor parte del tiempo en la cama porque Dylan no me deja moverme y cuando va a salir llama a alguien para que se quede conmigo y no me levante. No se cuantas veces le tengo que decir que estoy bien para que lo entienda.
Acabo de despertar y estoy mirando como Dylan duerme, últimamente no ha dormido nada y no se porque, algo lo estresa y no me quiere decir el que.
Me muevo un poco y enseguida Dylan se despierta de golpe sentándose en la cama mientras mira a todos lados para ver si hay alguien en la habitación.
-Buenos días a ti también- digo con una sonrisa y él dirige su mirada a mi.
-Buenos días, nena. Y feliz cumpleaños-. No me acordaba de ese detalle. Hoy es mi cumpleaños, cumplo 23.
-Oh mierda, me estoy haciendo vieja- cojo un cojín del suelo y me lo pongo en la cara.- No me mires, seguro que estoy llena de arrugas ya.- Dylan me quita el cojín y me mira con una sonrisa divertida.
-No seas, idiota. Tu estarás preciosa siempre- le sonrío y me siento en el borde de la cama para levantarme pero Dylan me lo impide.- ¿A dónde crees que vas? Jonh dijo que tienes que estar en reposo absoluto.
-Si, durante una semana y llevo dos, Dylan en serio, tengo que ir al baño y estoy cansada de estar todo el día en la cama. Además hoy es mi cumpleaños-. Dylan asiente a regañadientes y me levanto de la cama y voy al baño para hacer mis cosas. Cuando salgo del baño Dylan ya no está en la habitación así que voy a la cocina y ahí está con su taza de café sentado sobre la isla. Cojo un vaso y pongo zumo en él.
-Bueno, ¿qué quieres hacer hoy?- pregunta y cuando voy a contestar llaman a la puerta. Dejo mi vaso en la encimera y voy a abrir.
-¡Feliz cumpleaños!
Ahí está mi familia con una tarta de cumpleaños con el número 24. Ían aparece detrás de ellos y lo abrazo.
-Feliz cumpleaños- decimos a la vez y nos sonreímos.
-Vamos, tía, pide un deseo- dice Luna en brazos de su padre. Me lo pienso un poco y soplo das velas al mismo tiempo que siento un flash. Levanto mi vista y veo a mi padre con una cámara.
Después de comer con ellos y después de que Luna tuviera que soplar mis velas porque así lo quiso ella, ¿y quién soy yo para decirle que no a mi amada sobrina?. Se fueron como a las 4 de la tarde porque tenían cosas que hacer y mi padre y nana me dieron sus regalos. Papá me regaló una pulsera con la letra A.
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Always.
Romansa{Se que hemos pasado por mucho juntos, se que ha habido miles de razones para que no lo estuviéramos, miles de obstáculos, pero mira, aquí estamos, cinco años después demostrando que podemos con todo, cariño. Y es que te amo mas que a nadie, te quie...