{Se que hemos pasado por mucho juntos, se que ha habido miles de razones para que no lo estuviéramos, miles de obstáculos, pero mira, aquí estamos, cinco años después demostrando que podemos con todo, cariño. Y es que te amo mas que a nadie, te quie...
-¿Tienes novia y no me lo has dicho?- digo con indignación fingida. No me malinterpretéis, pero llegué a pensar que Ían es gay, no es algo malo que lo querría igual, pero es que lleva sin tener novia en serio desde el instituto, esto es una novedad. -¿Desde cuando?¿Cómo se llama?
-Desde hace unos meses y se llama Chloe- sonríe al decir su nombre, pero que mono es.
-Que mono, ha sonreído cuando ha dicho su nombre- dice Irina como si me hubiese leído la mente haciendo que Ían se ponga rojo.- Y se ha puesto rojo, que monada- vuelve a decir haciendo que Ían se ponga mas rojo aún.
-Ya está, amor. Al final va a parecer un tomate- le dice Alex a Irina con una sonrisa burlona en su rostro y todos nos reímos menos Ían.
-Cambiando de tema- interviene mi padre.- Entiendo que tenéis que iros del país pero yo quiero llevarte al altar y tiene que ser antes de que os vayáis- dice serio acercándose a nosotros. Es algo en lo que no había pensado cuando acepté la propuesta de Dylan. Miro a Dylan y él se encoje de hombros
-Eso ya lo hablaremos papá- digo con una pequeña sonrisa
-Está bien.
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-Si
-No
-Si
-No
-Que si
-Que no
-Me gusta esa
-Pero a mi no- me cruzo de brazos y lo fulmino con la mirada. Llevamos delante de el ordenador una hora eligiendo una casa, hemos decidido comprar una casa en Rockland, para cuando vayamos a volver, después de que nazca el bebé. -Por favor, Dylan, tenemos muchas cosas que hacer, tenemos que organizar una boda en tres semanas, tenemos que hablar con tu familia, planificar la luna de miel, comprar la nueva casa en Italia ya que no podemos quedarnos en la que estábamos o nos encontrarán, tenemos que...- no consigo seguir porque Dylan me tapa la boca y me señala al ordenador. Una casa preciosa aparece en él.- ¿Me estabas escuchando?- pregunto ofendida
-Quieres, por favor, amor de mi vida, relajarte y mirar esta casa- dice con una sonrisa y le hago caso, estoy tan estresada y lo pago todo con él. Desde el día en el que se lo dijimos a mi familia hemos estado así. Nos casaremos el día 15 de agosto y estamos a 30 de julio.
-Me gusta, pero, ¿no crees que es muy grande?
-Por dios, Aria. Aclárate o son muy grandes o muy pequeñas, con mucho jardín o con muy poco- dice bajando sus brazos dándole al teclado haciendo que cambie de imagen y aparezca la casa perfecta.
-Esta, esta es perfecta- digo con una sonrisa gatuna.
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-Por fin- exclama llevando las manos al cielo.- Y a mi también me gusta, voy a llamar- coge su móvil y marca el número que aparece y sale de la habitación. Yo me levanto de la cama y voy a la cocina a comer algo, he comido hace mas o menos dos horas y tengo tanta hambre que me comería una ballena, y así todos los días. No lo entiendo, como el doble que antes, ¿un bebé necesita tanto? Me preparo un sándwich mientras espero a que Dylan termine de hablar por teléfono. Cuando me lo termino cojo un paquete de galletas oreo y empiezo a comérmelo.- Ar, podemos... ¿Ya estás comiendo?- pregunta Dylan entrando a la cocina del pasillo de las habitaciones
