Capítulo 7

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Las semanas pasaron volando y el calor de primavera todavía se dejaba sentir en Carolina del Sur. El clima era simplemente perfecto para el concierto de Coldplay.

Durante el último mes, vi a Emma todos los sábados. Papá me preguntó que había entre ella y yo y le fui honesto, se lo tomó bien pero Taehoon, obviamente no. Tuvimos una acalorada pelea un día que papá no estaba. Lo sentía mucho por Taehoon, pero él no supo tratar a Emma como se lo merecía.

- ¿Estás lista? – Emma ya estaba sentada en el asiento del copiloto de mi auto.

- No puedo estar más lista – dijo abrochando su cinturón de seguridad.

- Entonces nos vamos – encendí el motor y nuestro viaje comenzó.

- Noté que Taehoon no estaba en casa...

- Sí, se inscribió en un curso de diseño gráfico en mi universidad, asiste a él todos los sábados.

- Qué bueno, al menos ahora hace algo para pasar el tiempo... no crees que él es más indicado en seguir con la compañía de tu padre ¿Todavía no has pensado en hablar del tema con tu padre?

- No y la verdad no entiendo por qué papá está empeñado en que sea yo quien siga con la empresa, Taehoon quiere estudiar algo relacionado a videos juegos, no estoy seguro que es.

- Tienes que hablar con él Jimin, no puedes dejar que tu padre te quite tu sueño de ser médico, no creo que estudies medicina cuando tengas 30 ¿O sí? – ¿A los 30? Ni loco.

- Ya encontraré el momento indicado en decírselo.

- Ármate de valor.

- Miren quién me viene a hablar de valor – me reí – si tú eres la más tímida entre los dos – Emma se quejó – no te enojes, hablaré el tema con mi padre.

Durante nuestro viaje a Columbia, podría decir que escuchamos toda la discografía de Coldplay. Me preguntaba cómo Emma no se aburría de ellos. Lo único increíble de pasar todas esas horas escuchándolos fue que por fin escuché a Emma cantar. Probablemente de la pura emoción lo hacía sin darse cuenta pero no hice comentario alguno, no quería que parase. Emma no era una cantante profesional, pero su voz era maravillosa para mis oídos.

- Estoy nerviosa – me dijo Emma cuando ya nos encontrábamos en la fila para entrar al concierto. Había comprado entradas para estar en cancha junto a ella.

- No te puedo decir que te relajes porque no lo harás, pero sólo no grites de la nada – supliqué.

- Juro que no lo haré, todavía recuerdo cuando te caíste en casa y me rió sola – Emma rió y yo también al recordarlo.

- Te das cuenta lo que hacen tus gritos, te imaginas me hubiera caído llevándome el mantel con toda la comida – Emma rió a carcajadas.

- Eso sí que hubiera sido un espectáculo – intenté hablar de cualquier tema con Emma para que se relajara mientras esperábamos a que la fila avanzará.

- ¡Moría por tener esta pulsera! – en la entrada del recinto nos entregaron unas pulseras, las cuales se encenderían al sonar la música del concierto – he visto como se iluminan, hacen que todo el lugar se vea tan mágico – me encantaba ver a esta Emma tan eufórica y con una sonrisa de oreja a oreja, me encantaba como su nariz se arrugaba con cada sonrisa y me encantaba ver esa energía en ella – vamos quiero entrar pronto – Emma tomó mi mano y me arrastró hasta una de las entradas del estadio. Sus manos eran pequeñas y suaves, se sentía tan bien tenerla junto a la mía, sin embargo, una vez que entremos a la gran cancha, Emma me soltó y la calidez de su mano desapareció. Me sentí vacío al instante, con ese simple acto me di cuenta de lo mucho que ella me estaba gustando.

Catfish ~TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora