Capítulo 11.

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-Narra Bonnie.-

Sonó la estúpida alarma del despertador, odiaba ese sonido por la mañana, era desagradable, era el sonido mas desagradable del mundo, bueno, quizás estaba exagerando...

Me levanté perezosamente de la cama y me coloqué mis lentes, las cuales estaban levemente torcidas de la última pelea con los nightmares.

Mi madre estaba entrando a mi habitación y abriéndome la persiana a la vez que me dedicaba unas dulces palabras para animarme el día. Amaba a mi madre, me comprendía, era genial. Fui al cuarto de baño y me di una rápida ducha, cuando acabé me puse mi uniforme y me coloqué los zapatos aún desatados, tampoco pensaba atarmelos.

Bajé corriendo las escaleras y desayuné solo un vaso de leche, me senté a la mesa con mi padre y conversé un rato con el.

-Mira hijo, -Dijo leyendo un periódico.- Mira esto. -señaló un artículo. -En marruecos está prohibido ser homoexual, eso lo deberían de hacer en todos los países, que es una plaga lo de ahora.

-... -Me mantuve en silencio. Que rabia me daba. Típico de mi padre, mas de una vez le había escuchado decir cosas así pero ahora me daba más impotencia que nunca, impotencia de no poder hacer nada.

-¡Adiós mamááá! -Dije alegremente y me fui andando hacia el instituto.

Llegué al establecimiento cuando por un momento recordé a los nightmares. Decidí esperarme a ver si hoy venía temprano Foxy. Tuve suerte cuando vi al pelirrojo bajando del autobús con Chica y Freddy.

Los nightmares pasaron por al lado mía mirándome con desprecio mientras Foxy les dedicaba una mirada altiva y desafiante.

Tenía miedo.

Mucho miedo.

No quería que me hiciesen daño, ni a mi, ni a mis amigos, ni a Bon... Estuve retuviendo las lágrimas las cuales no llegaron a resbalar por mis mejillas.

Tuve una animada conversación con los de mi grupo hasta que la campana sonó, quizás ese si que era el sonido más desagradable del mundo.

Que eterna se me hizo la clase de matemáticas, hasta que volvió a tocar la campana... Retiro lo dicho, quizás no era tan malo el sonido.

Salí diciéndole a mi grupo que iba a buscar a mi maestro, ellos seguían retipitendome que
gané "Al chico de los toys".

Fui al patio y vi al peliazul acompañado de la pianista y de Mangle, me dirigí hacia el y le dije que si después del instituto podría darme clases de guitarra.

-¡Pero tu estás loco! -Dijo Mangle enfadada. -¡Como te va a dar clases! ¡Sois de equipos contrarios!

-Pero... Mangl- intentó replicar Bon.

-¡No! ¡Ni peros ni nada! -Respiró hondo. -
A ver, ¿No entiendes, que si el te da clases, serás mejor que él?

-Pero Mangle -Interviene la chica rubia.- Bonnie ya es mas bueno que el. -Dijo tosiendo falsamente.

-¡AGH! ¡Mirad, haced lo que queráis! -La peliblanca entró enfadada al instituto.

-Ay, voy a por ella. -Dijo persiguiéndola. -¡Espera Mangle! -Se escuchó a lo lejos.

-Y... Bueno, ¿Vamos a ensayar? -Preguntó mientras me dedicaba una de sus preciosas sonrisas.

-¡Síp! -Dije y le sonreí.

Íbamos hacia el salón de música, estábamos en silencio. Pero no era un silencio incómodo, o a mi no me lo parecía, simplemente creo que no había nada que decir.

Música para mis oídos. [#FNAFHS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora