Omen: El Origen

Capítulo 13.

   Lillian habló con Kimberly y les contó del lugar seguro que ellos tenían y les llevaron hasta la puerta. Al estar en tierra firme, Carim comenzó a llorar debido a todo lo que pasaron. Lillian le abrazó y estuvo consolandola, David no resistió, se quitó el casco y se arrodilló a la altura de ella. Isaac al ver esto le gritó a David que no lo hiciera, pero ya era demasiado tarde. El joven guerrero le sonrió tratando de calmarla.

—No... no puede ser —dijo Carim sorprendida— Tú eres...
—No soy un héroe, ahora solo soy un joven normal que intenta ayudar a una joven que pasa por un momento difícil.

   Carim soltó a su madre y abrazó a David llorando con más fuerza. El joven con una suave voz continuó:

—Hey, tranquila. ¿Sí? Ya todo pasó, ahora están a salvo. No vamos a permitir que algo malo les suceda.
—Yo... no puedo creer que esto esté pasando. Tengo... tengo miedo.
—Lo sé y es normal. En cierta forma nosotros también tenemos miedo, miedo de lo que el General es capaz de hacer: de lastimar a otros por sus propios intereses. Pero somos Sirius; nuestro trabajo es proteger a los indefensos, cuidar a los ciudadanos y darle su merecido a los corruptos.

   Carim le miró con esos ojos cristalinos por las lágrimas.

—Todo va a salir bien, eso te lo prometo —terminó el joven.

   David le sonrió y ella se tiró sobre él para besarlo, un momento incómodo para los demás. Isaac al ver que ya no había marcha atrás, también se quitó el casco y Kimberly le dio un ligero golpe en el hombro, ambos se sonrieron. Luego de unos eternos segundos, Carim soltó los labios de David.

—Gracias —le dijo.
—Vaya forma de agradecer —le dijo David bromeando.
—No quiero sonar aguafiestas pero, David tenemos trabajo —le dijo Isaac.
—Isaac ¡Vamos! estaba teniendo un gran momento —le dijo Kimberly.
—Isaac, Adrian sabe que soy uno de los Sirius. —lanzó David dándole un giro a la conversación.
—¿¡Qué!? ¿Cómo es eso posible? —dijo su amigo.
—No lo sé.
—Yo podría responder. —dijo Kimberly y todos prestaron su atención hacia ella— Los Nativos pueden ver a través de las cosas. Menos de lo que contenga iridio claramente, quizá uno de ellos le informó, lo que significa que también debe de saber que tú también lo eres Isaac.
—Debemos poner a salvo a tú familia —dijo Isaac.

   David se colocó su casco y sin esperar nada más, salió volando a su casa.

—Pueden traerlos aquí. —dijo Lillian quien hasta entonces, había permanecido callada.
—Ustedes nos salvaron, es lo menos que podriamos hacer para compensarles —añadió Carim.
—David les agradecería muchísimo —dijo Isaac— Kim tú quédate aquí cuidandolas por si algo sucede. Yo acompañaré a David.

   La guerrera asintió e Isaac tomó su casco y siguió a David.