Mi amigo del twitter (Capítulo 15)

403 20 8
                                    

Jake no apareció en clase y eso que por la mañana lo vi de lejos,pero cuando intenté acercarme para hablar con él desapareció entre la multitud de alumnos. En clase, extrañada había preguntado que por qué Jake no había asistido si se encontraba en el centro, profesor dijo que faltaría hoy a clase porque estaba ayudando a preparar el festival que se celebraría esa misma noche. Eso me había tranquilizado un poco pero todavía no entendía su forma de esquivarme. Vale que la noche anterior hubiese estado en casa de Daniel y que puede que se hubiese enfadado porque no sabe que esta último es gay pero no sé, no creo que sea para tanto. 

A la hora del almuerzo lo veo a lo lejos hablando con un grupo de chicas mayores que yo que por lo que parece son bastante ''populares'' por aquí. Visten con ropa de marca y parecen sacadas de una revista, cuando me acerco a preguntarle a Jake si puedo hablar un momento con él las chicas me miran con una mezcla entre recelo y algo más, le preguntan al rubio que si somos hermanos (vale que seamos los dos rubios pero ahí se queda el parecido entre nosotros) este les dice que no, que solo somos amigos. Suena abatido y con una pizca de decepción, lo que me hace estremecer. Lo que en un principio me había parecido gracioso y divertido se me ha ido poco a poco de las manos. Debería haberle dicho la verdad sobre Daniel desde el momento en que lo supe. Ahora me mira a los ojos, y veo que el brillo que había en ellos el día anterior ha desaparecido. Su voz es dura y cortante cuando me dice que está ocupado y que ahora no puede, su faceta sentimental a desaparecido y vuelve a ser frío como un témpano de hielo. Me quedo paralizada, no me lo esperaba. Es como si me hubiese arrancado el corazón y lo hubiese hecho trizas. Se da la vuelta y camina por undo de los pasillos mientras el corrillo de chicas en tacones lo sigue entre risas. Mientras tanto yo sigo quieta, sin poder moverme. No sé como reaccionar, no he podido decirle la verdad sobre Daniel y el no quiere saber absolutamente nada más de mi. Parece otra persona, no es la misma a la que ayer le brillaban los ojos al mirarme en el aula de castigo.Me siento perdida, como una niña pequeña que en un momento de despiste se separa de sus padres y se queda perdida en medio de una multitud queruidosa que te empuja. Me aguanto las ganas de llorar, no es momento de montar una escenita, no aquí delante de todos. 

Las últimas horas se me hacen eternas por mucho que Xiu intente animarme de todos los modos posibles, no sabe lo que me pasa, no se lo he querido contar por muchas veces que me lo haya preguntado, le respondí que nada, que estoy bien, sabe que estoy rara pero al final decide dejarlo pasar. 

Por fin son las 5 y es hora de volver a casa, la verdad es que lo estaba deseando. Me pongo os cascos y suena ''Give me love'' de Ed Sheeran, muy adecuada para la ocasión. Empiezo a cruzar la calle y de repente cuando voy justo por la mitad suenan unos frenos muy cerca de mi. Siento un fuerte golpe y todo se vuelve negro. 

-¡Luna!¡Luna! -oigo de fondo gritar a Jake- ¡Luna por favor despierta! ¡Luna!

No entiendo qué ha pasado, ¿por qué veo todo negro? Me cuesta pensar, y para colmo Jake no deja de gritar. Me duele mucho la cabeza. Dejo de oír los gritos de Jake y todo se vuelve tremendamente silencioso. A partir de ahí no recuerdo nada de lo que pasó.

''Pi'' ¿Qué es ese ruido? ''Pi'' ¿Dónde estoy? ''Pi'' Puaj, huele a Hospital. ''Pi'' Poco a poco abro los ojos, hay mucha luz y por un momento me ciega. Cuando consigo ver donde estoy me doy cuenta de que me encuentro en una habitación blanca, miro a un lado y veo unas máquinas, de ahí viene el pitido pienso. Miro al otro lado y veo a Jake recostado en un sofá al lado de la cama en la que estoy. Está dormido, parece un angelito, pero, ¿qué hace aquí? O mejor dicho, ¿qué hago yo aquí? No recuerdo absolutamente nada... Dios como me duele la cabeza, pienso mientras me llevo las manos a ella, mis dedos se encuentran con una venda.

-Luna... Por fin despiertas -dice Jake mientras se levanta y se acerca a la cama, me acaricia la mejilla tiernamente- Llevas un día en coma, ¿recuerdas algo?

-Perdón -le digo medio grogui-. Y no, no recuerdo nada.

-¿Perdón? ¿Perdón por qué? -pregunta extrañado-

-Pues por todo... -digo a punto de volver a dormirme-

-¿Casi mueres atropellada y lo primero que se te ocurre decir es perdón? -dice divertido-

-Pues si, algún problema -le digo riéndome mientras se me cierran un poco los ojos-

-No, ninguno -dice intentando aguantar la risa-. No puedes de ser cabezota ni después de haber estado al borde de la muerte.

-Así soy yo - le digo con los ojos cerrados-.

-Ey espera, no te duermas, voy a llamar a la enfermera y decirle que has despertado -dice acariciandome la mejilla otra vez, ¿por qué tiene que ser tan jodidamente dulce?-

Al rato vuelve con una regordeta y simpática enfermera. Esta me hace un rápido examen y me manda reposo, tendré que estar un par de días aquí para ver si he sufrido daños mentales y ver mi evolución y luego me darán el alta. Me da unas pastillas para el dolor de cabeza y seguidamente nos vuelve a dejar a solas. Estamos en silencio y cuando por fin me decido a romperlo Jake empieza  a hablar atropelladamente.

- Cuando vi como ese coche se acercaba a toda velocidad te grité, pero no me oías, fui corriendo hacia ti, pero no llegué a tiempo... Me sentí la persona más inútil del mundo pense que...

- Shh- le interrumpí-. Ven -le ordené- ¿Estoy aquí no?-el asiente- Y estoy bien -le digo sonriéndo- Eso ya pasó, no te preocupes.

-Debería de haberlo evitado, tendría que haber hecho algo. Y a tí, ¿cómo se te ocurre cruzar sin mirar?-dice muy serio-.

- Pues no... -de un momento a otro sus labios están sobre los míos, feroces, audaces, deseosos de algo más. Me besa como si fuese la última vez que sus labios fuesen a fundirse con los míos. Al cabo de un rato se separa casi sin aliento y apoya su frente contra la mía-.

-No vuelvas a hacerme esto -dice- Pensé por un momento que te iba a perder.

-¿Entonces ya no estás enfadado? -digo de súbito-

-¡Claro que no!- dice entre risas- Pero eso sí, dile a Daniel que se corte un poco cuando me mira el culo.

Los dos nos reímos al unísono, me cuenta que suspendieron el festival y que se hará en cuanto yo me reincorporé y me dice que llame a Daniel que estaba muy preocupado. Había estado todo el día en el hospital pero Jake le había dicho que se fuese a descansar. Al rato me quedo dormida por el efecto de las pastillas.

Mi amigo del twitterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora