Mi amigo del twitter

Mi amigo del twitter (Capítulo 17)

JAKE

Llego al instituto temprano como de costumbre y me paseo por los inmensos jardines, anoche no dormí bien pensando en qué hacer por lo que estoy completamente agotado, y para colmo no había decidido nada. Por un lado estaba mi mejor amigo y por el otro la chica que me había hecho volver a ser quien soy. Sigo caminando, estoy tan despistado pensando en mis cosas que choco con alguien, me disculpo sin mirar ni siquiera quién es y sigo deambulando.

-¡Jake! -esa voz me resulta familiar- ¡Estás en las nubes! -dice divertida-

¿Cómo no puedo haberme dado cuenta? Miro su sonrisa, me encanta, es como si intentase contenerla y le salen unos pequeños hoyuelos. La miro de arriba a abajo, es preciosa. Sus ojos azules, las desordenadas ondas de su rubia melena... un conjunto perfecto. Estoy demasiado tiempo mirándola y veo que empieza a sonrojarse. Me encanta su timidez, le da un aire inocente. Me acerco y le voy a dar un beso en los labios, pero me contengo, aún no me he decidido por lo que le doy un beso en la frente que está justo a la altura de mis labios.

-Buenos días enana -le digo sin poder evitar sonreír, su felicidad es contagiosa-.

-¿Qué tal dormiste? Pareces cansado. Ayer parecías nervioso al irte, ¿qué te pasó? -dice atropelladamente-

-Ya, lo estoy, no dormí muy bien porque los vecinos montaron una fiesta hasta las tantas -mentí-. Me acordé de que le había prometido a mi host family que estaría para cenar y llegaba tarde, siento haberme ido tan deprisa.

-No pasa nada -me dice con una curva en sus labios-. ¿Entramos? -pregunta dirigiendo la mirada hacia la puerta del edificio-

-Claro -le respondo cogiéndola por los hombros-.

Al salir de clase la acompaño a casa, durante el trayecto estoy muy seco y hablamosde cosas banales como de nuestra vida en Mallorca, de nuestros compañeros, hasta que sale el tema de Saúl.

-Luna... creo que tenemos que hablar -le digo poniéndome serio, la sonrisa de su cara se torna triste-.

-Lo sé, Saúl...-la corto-

-Sí, Saúl es mi mejor amigo y ambos sabemos lo que pasa pero no es solo eso -me quedo en silencio y pienso en contarle todo, lo de twitter, los piques para molestarle, todo lo que había estado pensando la noche anterior, mis dudas... Pero no lo hago, y traicionando a mi corazón le digo-, lo siento, esto solo ha sido un juego para mi, quería que te enamorases de mi, estoy acostumbrado a que todas las chicas caigan rendidas ante mi y que se arrastren para estar conmigo pero al ver que no lo hacías se convirtió en un reto personal.

Se queda en silencio y me mira fijamente a los ojos.

-Jake, no estoy para bromas y menos ahora -dice con aire preocupado-.

-No es ninguna broma -le digo muy serio, tragándome las ganas de decirle que si lo es-. Lo siento, se me fue de las manos.

Me mira fijamente, con los ojos vacíos, al borde de las lágrimas.

-¿Y lo del hospital? ¿Qué me dices a eso? ¿También fue de mentira? ¿Eh?

-Si, fue la forma perfecta para que te creyeses que era un niño bueno, que había cambiado -me quedo callado, esto me está doliendo mucho más a mi que a ella-. Y por lo que veo funcionó -digo fingiendo una risa-.

Me mira, y sus ojos me hacen sentir un escalofrío. Se lo ha creído. Y yo me estoy muriendo poco a poco por dentro. Me doy la vuelta y me voy.

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LUNA

Veo como se aleja y rompo a llorar en silencio. Voy a casa y subo a mi habitación, menos mal que no hay nadie, llamo a Daniel, me dice que un minuto está aquí. Voy al baño y veo el rímel corrido en mi cara, estoy horrible. Me río, por parecer un payaso y por lo tonta que he sido, ¿por qué iba a ser diferente conmigo? Soy tonta, tonta, tonta, tonta...me digo a mi misma. Y una ingenua, pienso. Después de un rato así me decido a lavarme la cara. Vuelvo a la habitación y me pongo mi sudadera favorita que prácticamente me queda como un vestido y unos leggings. Me tumbo en la cama a esperar a Daniel y de repente suena el timbre. Bajo a abrir, es Daniel, trae helado de chocolate de Ben & Jerry's, mi favorito, una caja de cleenex y pelis de amor en las manos, me lo enseña con una sonrisa triste. Este chico es genial, ¿por qué tiene que ser gay? Le doy un fuerte abrazo y rompo a llorar otra vez entre sus brazos.

-You can't cry baby! -me dice- The princesses don't cry!

-I'm not a princess -le digo con voz ronca de tanto llorar-.

-Yes you are, and you'll stop crying -dice él-.

-How? -le pregunto-

De repente noto como mis pies ya no tocan el suelo, Daniel me coge sobre su hombro y me lleva a mi habitación. Si no fuese gay pensaría mal de esto, cualquiera que nos viese lo pensaría. Me tumba en mi cama y empieza a hacerme cosquillas y no puedo parar de reír y así hasta que me duele la barriga. Cuando para estoy casi sin respiración, lo ha conseguido, he dejado de llorar.

-What did I told you? -me dice sonriendo todavía-

Reímos durante un buen rato más y el espera paciente hasta que se lo cuento todo, mientras hablo me pasa de vez en cuando cleenex. Cuando termina me dice que Jake es un idiota por no quererme y que lo va a matar. Yo río, mi amigo no le haría daño ni a una mosca. El resto de la tarde lo pasamos viendo pelis de amor y comiendo helado de chocolate.