Marcelo Jiménez, un joven piloto mexicano, tuvo una conversación con Ron Dennis, jefe supremo de McLaren. Dennis le pide que viaje a Inglaterra a probarse con el equipo.
En el Proceso, Marcelo descubrirá el amor, los negocios, las traiciones, trage...
A pesar de ser el campeón del mundo, no llevo una vida de superestrella, huyendo de lugares públicos, haciendo reservaciones privadas, me gusta mi vida de mortal, como cualquier persona de mi edad.
Qué va a centros comerciales, al cine, a un Bar, nada del otro mundo.
Hoy es sábado, estoy en Guadalajara, en Gran Plaza, quiero comprar algo de ropa y zapatos, una nueva pantalla para el departamento y el regalo de navidad de mi hermano.
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Terminé mis compras, la pantalla la enviaran al departamento y el regalo también, le compré una Computadora para gamer, le encanta jugar, yo prefiero mi Xbox, justo donde inician las escaleras para bajar un chico me detuvo y me pidió que me tomara una foto con él.
No soy el típico que lleva gorra y lentes para que nadie le reconozca, llevaba unos jeans, mis Nike Airmax, una playera gris lisa y mi chaqueta del Capitán América, que la cerré para que se viera completa.
Me quedé ahí parado contestando unos mensajes en mi celular, cuando por la espalda algo chocó conmigo, apenas me movió y escuché algo como un celular que se cayó, me di la vuelta para ver que fue.
Una chica preciosa de cabello lacio, castaño, delgada, un poco más bajita que yo, tal vez tendría 18 o 19 años, sus ojos, completamente pintados de azul, no las pupilas, todos, al parecer es invidente.
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-Discúlpame- dijo
-No te preocupes, ¿Estás bien?- respondí
-No, estoy perdida, venía con mi familia pero los perdí, es que soy invidente- me dijo a punto de llorar, muy alterada
-Tranquila, te ayudaré a buscarlos, o si no te llevo a tu casa
Me agaché a levantar lo que se cayó, efectivamente, un celular de esos viejitos que solo sirven para llamar.
-Toma, tu celular se cayó, ¿Sabes llamarlos?
-Sí, me aprendí los botones y me guío por los sonidos, pero al parecer me quedé sin servicio y sin batería.
-Ven, vamos a sentarnos, les llamaremos del mío, tranquilízate un poco vamos por un helado, nos sentamos y les llamamos.
En Dolphy pedí dos helados, Napolitano para mí, ella quiso Chocolate, nos sentamos en una banca.