Chico McLaren

Favor de Abordar

— ¿Qué harás más tarde? — preguntó mi mamá

—Saldré con Marijó a las siete y media, por ahora voy a desempacar.

Caminé a mi cuarto, puse la maleta en la cama, separé ropa sucia de la que aún estaba limpia, mi trofeo lo puse sobre una repisa donde también puse mi casco y mis guantes, mi cuarto estaba tal y como lo había dejado 5 días antes, raro que nadie entrara.

Se me subió el narcisismo y publiqué una foto del podio en mi cuenta de Instagram con la leyenda "Vivo de prisa porqué sé que en la pista puedo morir en un segundo" una frase de James Hunt, campeón de 1976.

Se acercaba la hora de salir con Marijó, me bañé y vestí, tomé otra vez mis llaves, encendí el auto, puse una playlist de Amy Winehouse y me dirigí a su casa, me estacioné; caminé a la puerta, toqué al timbre y su madre abrió la puerta y me dijo...

—Marcelito! Felicidades por la carrera, ¿Cómo estás?, anda pasa, pasa

Su papá estaba en la sala, escucho eso y volteo conmigo diciendo entre risas:

—Ajajá! Ese es mi muchacho, Chelo! Que carrerón el tuyo, me dejaste sorprendido.

—Gracias Don Javier, estuvo buena la carrera, me sentí muy bien, lástima que no pudieron ir.

— ¡María José ya llegó Marcelo!

—Oh, no la apresuré así estoy bien.

— ¿Ya Comiste?

—Sí, si gracias—Evidentemente no había comido, pero saldría con ella a comer.

—Ya estoy lista amor, ¿Nos vamos?

—Sí claro peque

Me tomó de la mano y me llevó a la puerta, "Hasta luego" dije a sus padres, le abrí la puerta, seguí con mi playlist y "You know i'm no good" estaba en mi parte favorita.

En el camino le dije

— ¿A dónde iremos?

—La séptima, quiero pizza a la leña— gritó con alegría

—Hecho

Apunte hacía La Séptima, puse el Accord en transmisión automática y la tomé de la mano, era juntar las dos cosas qué más adoro en el mundo conducir y estar junto a ella.

Era lunes así que no había demasiada gente, le ayude a bajar, la tomé de la mano y caminamos juntos, no hablamos, pedí una mesa para 2, fiel a mis principios le ayude a sentarse, pedí una botella de vino tinto, una pizza para dos personas y esperamos a que volviera el mesero.

—Te ves hermosa sabes

—Tú igual niño, te ves muy apuesto

— ¿Qué harías si me fuera a la Formula 1?

—Apoyarte, e ir contigo a todos los grandes premios

—Pues prepara tus maletas que nos iremos a Inglaterra

—Co...c...c ¿Cómo? — tartamudeo

—Como escuchaste, Ron Dennis el mandón de McLaren habló conmigo, quiere llevarme a la Formula 1, así que nos vamos a Woking, el sábado

—Pero la escuela y mi familia y mis amigos...

—Acabas de decir que te irías conmigo

—Sí yo sé lo que dije, pero créeme que no creí que fuera esa tu respuesta, ya déjate de bromas

—Marijó, no es ninguna broma, es real. El sábado tenemos el vuelo a Londres. La escuela ya está arreglada, todo lo tenemos arreglado, no te preocupes, si no soy elegido titular me quedaré en la academia de pilotos, mientras estudio mi Ingeniería.

—Tengo que hablar con mis papás— La pizza y el vino llegó

—Hablemos con ellos, no pasa nada amor, yo quiero que estés conmigo— dije mientras servía las copas y daba un sorbo a la mía

Comenzamos a comer, cuando ella dio el primer sorbo a la copa de vino dijo —Esta delicioso— sonreí, la mire a los ojos con una mirada tierna, le tome la mano y le respondí —Me alegra que te guste princesa—

Hablamos de muchas cosas que nos sucedieron en ese fin de semana, me habló de cómo vivieron la carrera ella y mis amigos, de la visita que tuvo a sus abuelitos. No tengo ningún secreto hacia ella y le tengo toda la confianza del mundo, así que le conté que invité a Daniella a cenar, increíblemente y a pesar de que hace unas horas habíamos discutido sobre eso, no se enojó ni mucho menos.

La llevé a su casa, no era tan tarde así que decidimos hablar con sus padres de una vez, al principio no creían lo que les estaba diciendo. Sí yo soy piloto, pero uno de convocatoria mundial, ni con recorrido en competiciones europeas hasta ahora, después de la explicación lo comprendieron y dijeron, "Sí Marijó quiere ir, adelante, cuenten con nosotros desde aquí"

Marijó me miro a los ojos y se le llenaron de alegría, comenzó a cantar y bailar —Nos vamos a Inglaterra, Nos vamos a Inglaterra— le agradecí a sus padres por la confianza y por dejarla ir conmigo al otro lado del mundo; me despedí de sus padres, y ella me llevó a la puerta, me abrazó, me dio un beso de buenas noches, hice lo mismo, pero yo la besé en la frente y dije "Sueña con los angelitos princesa", me dirigí a mi casa y me eché a dormir.

Durante esa semana me dedique a hablar con el director de la universidad, y el coordinador de carrera para que se me validarán todas mis materias y pudiera seguir estudiando en Woking, el director hizo el anuncio de mi partida a Inglaterra frente a todos, pero nunca dijo el motivo, estrecho mi mano y dijo "Ve y enséñales Marcelo, conviértete en el primer campeón de nuestro país" una lágrima se me corrió y orgullosamente contesté "Lo haré señor, se lo prometo"

Tenía todo listo, mi equipaje, documentos, todo estaba en regla, nuestros padres y amigos fueron a despedirnos al aeropuerto, nuestro viaje sería largo y con algunas escalas Guadalajara-Dallas-Atlanta-Londres, abrazos de todos y lágrimas de algunos incluyéndome, abracé a mi papá con mucha fuerza, a mi madre igual; mi hermano tenía cierto resentimiento hacia mí, pero de igual manera se despidió y le dije "Toma, son las llaves del Accord, es tuyo mientras este fuera"

Nacho estrecho mi mano y dijo:

—¿Aquí es donde se acaba este dúo?

—No acaba nunca, te espero allá, quiero ir al Emirates Stadium y verte jugar.

—Rómpela hermano, rómpela; que recuerden tu nombre

—Así como recordarán el tuyo en cualquier equipo al que vayas.

—Venga ya, dame esos cinco

—Y un abrazo, te extrañaré mucho hermano.

Saben a veces considero más hermano a Nacho que al propio Daniel.

Marijó y yo nos tomamos de la mano, nos miramos a los ojos, sonreímos y abordamos, juntos, como quiero que estemos siempre.