Desperté a las 9:30 de la mañana, el Gran Premio es hasta las 17:00.
Me levanté de la cama, y llamé al restaurante para que me enviaran dos desayunos al cuarto, estos llegaron, Marijó aún seguía dormida, así que le llevé el desayuno hasta allá, me paré al lado de ella le di un beso en la frente y dije:
—Buenos días dormilona.
—Buenos días señor piloto— me dijo mientras se quitaba las lagañas
—Amor te traje el desayuno
—Marche, que lindo, ven siéntate desayuna conmigo—
—Espera, voy por mi platillo.
Ella sólo estaba cubierta por la sabana, yo caminaba en bóxer por toda la habitación, incluso así recibí los platillos, saben el jugar fútbol me dejó buen cuerpo, además de que McLaren te mete a un programa para estar bien físicamente y tener más resistencia a las fuerzas G, se quitó la sábana y se puso el bra que quedó tirado al lado de la cama y las panties que estaban al pie de la cama.
—Esta rico, todo, también el jugo de naranja
—Sabía que te gustaría peque
—¿A qué hora nos iremos?
—Tal vez a las tres, ¿Por qué?
—Quería llamar a casa.
—Esta bien, recuerda la diferencia de horario, el Gran Premio empieza a las 12 de la madrugada del domingo, haz cuentas, son las 10 del domingo aquí, son las 5 de la tarde del sábado allá.
—Los llamaré como a las 7, creo que estarán en casa.
—¿Tu no llamarás a tus papás?
—Sí, en cuanto terminemos de desayunar, aunque no sé si vean la carrera, a mi papá no le gustan
—Tienen que verla vas a correr tu
—Aunque no la vean sé que me apoyan, pero los chicos si la verán, ayer nos prometieron eso
—Me muero por ver a Luci, ¿Cuándo volveremos a México?
—Después de Australia, el siguiente es Bahréin en dos semanas, creo que podemos ir sin problema
—Sí quiero ir, pero primero quiero verte ganar hoy
—Lo intentaré amor, me conoces, daré todo
Llamé a casa, y ella también, me duche, me vestí, me puse los leggins debajo de los jeans y una camisa negra McLaren la cual deje desfajada. Marijó y yo salimos de la habitación, nuestro hotel The Blackman estaba del lado opuesto de la entrada del circuito, por lo tanto si estaba lejos a pie, así que un taxi nos llevó hasta ahí, llegamos al box, salude a todos, Stoffel ya había llegado, pues Jenna ya estaba ahí, me fui a cambiar y ahí me encontré a Stoffel, cruzamos unas palabras nos saludamos, y me esperó a que terminará para salir y escuchar las indicaciones y arreglos en los monoplazas.
Una hora antes de que iniciara el Gran Premio salimos a que nos presentaran, esto consistía en darte una vuelta al circuito en un auto convertible donde saludabas a la genta, yo fui el segundo en salir detrás de Sebastian, subí en un BMW 507 de 1967, sacamos los monoplazas a la pista, tal vez mi actitud era rara, pero era mi primer Gran Premio así que me acerqué a saludar a todos los pilotos.
Ah! Olvide contárselos, le pedí a Ron que contratara a Fran como mi ingeniero, él ya había trabajado en Formula 1, con Sauber hace unos años, así que solo aprendió lo de McLaren..
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Chico McLaren
RandomMarcelo Jiménez, un joven piloto mexicano, tuvo una conversación con Ron Dennis, jefe supremo de McLaren. Dennis le pide que viaje a Inglaterra a probarse con el equipo. En el Proceso, Marcelo descubrirá el amor, los negocios, las traiciones, trage...