Marcelo Jiménez, un joven piloto mexicano, tuvo una conversación con Ron Dennis, jefe supremo de McLaren. Dennis le pide que viaje a Inglaterra a probarse con el equipo.
En el Proceso, Marcelo descubrirá el amor, los negocios, las traiciones, trage...
Por primera vez en todo el año Marijó y yo no viajamos juntos a Brasil para la última carrera del año, la carrera que decidirá el campeonato.
El campeonato se resuelve de la manera más sencilla en años, el que quede en mejor posición entre Lewis, Sebastian y yo es campeón, así de fácil.
Lo de Marijó y yo y no va bien, ya no estoy seguro si quiero casarme con ella, ya no estoy seguro si quiero ser su pareja; y no por que quiera andar con mil chicas, ni quiera andar de antro en antro, por todo Ibiza, eso lo ignoro un poco, si salgo a clubes nocturnos, pero también regento los pubs, los restaurantes, cines, y sobre todo el Emirates Stadium mientras estoy en Londres, cuando estoy en México es lo mismo. No sé qué pase con Marijó, he intentado hablar con ella, pero se va a Monaco, se regresa a México, me voy yo ella se queda, cuando viajamos simplemente dice "No es momento de hablar de eso" o "Concéntrate para tu carrera", siempre evade el tema, este fin de semana definitivamente lo que menos necesito es pensar en eso.
Decidí viajar en Martes de México a Brasil, llegué a Sao Paulo por la mañana, me gusta viajar temprano, llegué solo con mi equipaje, sin ninguna prenda de McLaren, quería mantener el perfil más bajo posible, solo quería hacer mi viaje como cualquier persona, afortunadamente lo pude hacer, nadie me reconoció, simplemente tomé un taxi al hotel, me registre y me quede en el cuarto, mi cuarto tiene vista al autódromo, me paré en la ventana a contemplarlo, pensando en estrategias, en como tomar cada curva, como hacer cada giro, vuelta, cada frenada minuciosamente saqué mi computadora puse una imagen aérea del autódromo, y pedí el simulador, me quedaré todo el día si es necesario, pero no quiero cometer ni un error, perfeccionaré todo.
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Tomé mi teléfono e hice una llamada.
—Hola Majo, Ya llegué a Sao Paulo, ¿Cuándo llegas?
—Tal vez mañana o el jueves, no estoy segura, sabes que no me gusta que me controles.
—Epa, nadie te está controlando, solo te pregunto cuando llegas.
—Ya te enojaste Marcelo
—No estoy enojado Marijó
—No lo parece, ¿Qué estás haciendo?
—Estoy en el hotel, esperando a que traigan el simulador, estoy contemplando el autódromo, y pensando en las estrategias.
—Debes de estar muy ocupado, ya me voy.
—Sabes que para ti no lo estoy, quédate conmigo
—Está bien, hiciste el viaje como querías, ¿tranquilo?
—Sí, como cualquier persona, extrañas eso, que no te esperen un montón de cámaras, ya quiero que estés aquí.
