Marcelo Jiménez, un joven piloto mexicano, tuvo una conversación con Ron Dennis, jefe supremo de McLaren. Dennis le pide que viaje a Inglaterra a probarse con el equipo.
En el Proceso, Marcelo descubrirá el amor, los negocios, las traiciones, trage...
Mis vacaciones habían comenzado oficialmente, Nacho, Dani y mis padres volvieron a México, el equipo a Inglaterra y yo me dirigí hacia Argentina, a Buenos Aires, solo fui a dos cosas: Un concierto de Los Auténticos Decadentes en el Luna Park y la final del torneo Argentino entre River Plate y Boca Juniors en el Estadio Monumental de River donde los Millonarios de River se coronaron campeones, volví a México, a Guadalajara directamente, me siento mucho mejor, sin novia, sin obligaciones, siendo campeón disfrutando todo lo que Dios y la vida me regala.
Ahora era turno de ver a mi mejor amigo en las finales del torneo mexicano, estaba en la fase de semifinales, terminó el torneo como líder de goleo y el equipo como líder general, estoy muy emocionado, creo que al fin serán campeones otra vez, es mi mejor amigo, es el equipo de mis amores. Mi papá, mi hermano, mi padrino y yo, todo por ver a nuestro equipo.
El Estadio Chivas repleto, mi butaca al centro de la cancha en primera fila, justo a la salida del túnel, yo portaba orgullosamente mi rojiblanca, una que me había regalado Nacho, en mi espalda portaba "Jimenez 14".
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Chivas vs Rayados, las semifinales eran Guadalajara contra Monterrey pues en la otra era Atlas vs Tigres, cuando comenzaron a salir los jugadores, le grité a Nacho volteó hacia mí y me sonrío, después de saludarse con los árbitros y los rivales, corrió a conmigo, subió un escalón, estrechó mi mano y dijo —Qué bueno que vienes hermano— le di un abrazo, respondí —Estuviste allá conmigo, no te dejaré jamás hermano— y volvió con sus compañeros, algunas personas comenzaron a reconocerme unos me pedían autógrafos, fotos, salí en la pantalla del estadio y el sonido local anunció que estaba ahí, el estadio entero me aplaudió, yo no sabía ni dónde meterme y sólo agradecía, esta era la semifinal de vuelta, venían de Monterrey con empate a dos goles, ventaja de gol de visitante y posición en la tabla.
El árbitro dio el silbatazo inicial, me acurruqué en la butaca y sólo me dispuse a ver el partido, sí hay algo que me apasione más que mi trabajo es el futbol, pues aquí lo veo como aficionado, no lo vivo dentro de la cancha o de la pista, jeje. Minuto 10 el "Cone" Brizuela se aproxima por la banda derecha, mete el centro, llega Nacho al remate de cabeza y el portero Orozco hace un paradón que me levanta de la butaca, 15 minutos después al 25, Chivas pierde la pelota con la defensa de Rayados, estos aprovechan el contragolpe y en 4 pases, ya están frente a Cota, me temo lo peor, Dórlan la pasa a Funes Mori, éste no perdona y la manda a guardar a la portería para poner las cosas 1-0, me quedo callado, pensativo; sigo a Nacho con la mirada, vuelve enseguida para buscar el empate y la remontada, mueve y reanuda las acciones, mis rojiblancos lo intentan pero los regios se han encerrado completamente, nos vamos al medio tiempo, subo al bar a comprar una cerveza y llevarle a mis familiares, viene mi hermano conmigo, hay más personas quieren foto conmigo, algunos de rayados, bromeo con ellos diciéndoles —Sí, traen esa playera fea no me tomo nada jajaja— accedo con todos, llegamos a ordenar
