Capitulo 31

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- ¿Esta todo listo? - me pregunto Christopher desde el marco de la puerta.

- Si - respondi

- Bien, nos vamos en cinco.

- Si, ahora bajo

Cierro la mochila donde llevo ropa para una semana, doy un vistazo a la habitación para comprobar que no se me queda nada, me pongo la mochila al hombro, salgo de la habitación y bajo corriendo las escaleras.

Me encuentro con Ana frente a la chimenea con los brazos cruzados cómodamente sobre su pecho, me acerco a ella y da un suspiro largo.

- ¿Que pasa?

- ¿No nos podíamos quedar mas tiempo aquí? ya sabes olvidarnos de todo por una semana mas.

- El hechizo se rompió

- Literalmente - y estallamos en risas.

- Niñas pueden reírse de sus chistes en el camino, tenemos que irnos - dijo Oli bajando las escaleras y apuntando hacia la salida.

- A mi no me digas niña, niño - le contesto Ana y paso por su lado dándole un puñetazo juguetón en el hombro.

- Le caes bien - le digo a Oli cuando paso por su lado.

- Lo se - escucho que camina detrás de mi.

- ¡Vamos chicas, suban! tenemos que irnos ya - nos apuro Eleonor desde el asiento del copiloto.

- ¡Ya van, por que tanta prisa! - contesta Ana subiéndose a la camioneta.

- El hechizo termino hace exactamente media hora cenicienta y no tardaran mucho en encontrarnos si nos quedamos mas tiempo aquí.

Durante la semana que nos quedamos en la cabaña para que Ana se recuperara del todo y Oli entrenara para que solo pudiera ver las visiones cuando quería, descubrí que Elena tenia sentido del humor, muy escondido en su interior, pero tenia.

Eleonor había encantado la cabaña para que fuera imposible que encontraran nuestro paradero.

El mundo de los vampiros esconde mas secretos de lo que me esperaba. Al parecer también existen las brujas solo que no vuelan en sus escobas, ni tienen verrugas en la punta de la nariz, ni cocinan a nadie en un caldero negro gigante.

Son personas comunes que trabajan para los vampiros solo para obtener a cambio la vida eterna de sus hijos.

- Muy bien, abróchense los cinturones humanos que estamos a punto de partir - Anuncio Chris poniendo las llaves en el contacto para encender el auto.

- Ja y Ja - dijimos los tres humanos que nos encontrábamos en los asientos de atrás

- Muy gracioso hermanito - dijo Oli

También le habíamos encontrado un lado bueno a las cosas que están a punto de pasar y con ello vinieron los sarcasmos, bromas y apodos. Todo con el fin de no pasárnosla todo el tiempo estresados y pensando en cosas malas.

- Están seguros que Tom sabrá encontrarnos verdad - murmuro Ana desde el asiento de atrás

Tom se había ido a buscar a los familiares de Ana y míos para alterar sus memorias con un conjuro y no tomen medidas desesperadas para encontrar a sus hijas.

Se fue exactamente después de aquella visión que tuvo Oliver y que solo fueron los vampireños a ver que pasaba antes de darnos la mala noticia: Oliver había visto la búsqueda que los padres de Ana y los míos realizaban para encontrarnos, pero cuando llegaron a llamar la atención de las televisoras, un grupo de vampiros que nos buscaba cambio su dirección para ir a hacerse cargo de ellos para que dejaran de llamar la atención, pues ellos no tenían planes de dejarnos regresar nunca.

Un chico vampiro y yo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora