~Promise~《Carl Grimes》

~Prólogo~

Suelto un largo suspiro, a la par que el viento choca contra mi cara. Un viento templado que te hace olvidar hasta en donde estás en este instante, lo cual es lo que todos en este mundo desean: olvidar en donde estamos y en qué condiciones vivimos.

Se siente bien, un poco de tranquilidad de vez en cuando, sin escuchar gritos de a nadie pidiendo tu ayuda, ni los gruñidos de los merodeadores.

Con mis dedos rozo el arma colocada sobre mis piernas, ésta arma de madera que tanto me ayuda y no me ha dejado en ningún momento. Acaricio todo su contorno, sintiendo su textura, su forma, acariciando los tallos hechos por mi, y los golpes que tiene por alguna que otra pelea. Sonrío sintiendo su cuerda, esta cuerda que está como el primer día de ser utilizada. Solo que ahora, es mucho más cómoda.

Llevo mis manos a mi cabeza y deshago la coleta que tengo, para dejar mi cabello caer por mis hombros, y sentir como golpean mi espalda cada vez que el viento los hace revolotear.
Pero toda esta tranquilidad, se va al escuchar el pequeño reloj que llevo en mi tobillo. La alarma hace que abra los ojos y mire mi alrededor. El verde de los árboles y el olor a podrido se hacen presentes en dos de mis seis sentidos.

Si, seis, creo que todo este tiempo viviendo en las condiciones en las que vivo, he podido desarrollar un sentido extra

El sentido del peligro

Es una sensación extraña, mi piel se eriza y todos los demás sentidos se vuelven alertas. Supongo que los humanos, aunque estemos al borde de la extinción, seguimos evolucionando.

En realidad, nunca dejamos de evolucionar.

Llevo mi mano a mi pié y apago ese sonido insoportable, que indica que ya tengo que volver hacia mi cabaña. Me levanto de la sombra del árbol en la que estaba, amarro mi cabello ruloso en una coleta, y reviso que mi cuchillo esté en su lugar, además de mi arma en la parte trasera de mi pantalón. Con mi arco en mano, el carcaj colgado en la espalda, y dos ardillas en mi cinturón, emprendo camino hacia mi "hogar", como siempre lo hago, desde que ese accidente pasó.

Gracias a eso, nos pudimos quedar en un lugar seguro, ubicado en medio del bosque. Pero el precio que tuvimos que pagar para nuestro bienestar, fue demasiado alto. Y pensar que todo fue mi culpa, no me ayuda mucho. No me deja dormir tranquila.

Hacer todo esto sola es duro, pero se lo prometí a él antes de que muriera, le prometí seguir adelante a pesar de todo. Me enseñó a ser fuerte y a luchar por lo que quiero... es hora de pagar ese favor, cuidar de los míos y de mi misma...

Mi nombre es Clementine, y soy una superviviente