20 de agosto de 2010

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Un silencio muy incómodo invadió el espacio. Luego Amanda se acercó a Helena y con un poco de inseguridad estiró los brazos y rodeó a su hija con ellos. Helena dejó de respirar por un momento pero luego le devolvió el abrazo y apretó más fuerte. Hacía tiempo que no abrazaba a alguien tan fuertemente.
Luego Amanda retomó soltando muy lentamente a su hija. << Pero...la verdad es...que...Todo se fue al traste cuando el 20 de agosto empezó todo. Creo que pudiste leer algo en mi diario de campo pero la verdad es que no escribí todo. Tuve el tiempo justo para escribir lo que iba a escribir. Como hacia las de la tarde el cielo se cubrió de rojo como en lo habitual. Pero esta vez se cubrió por completo, formando una especie de oyo negro que se expandía mucho más rápido de lo habitual. Hubo un temblor muy leve que duró unos pocos segundos. Al terminar el piso en unas cuantas partes se agrietó. Entonces de esas grietas salieron como por atre de magia unos individuos transparentes que solo yo podía ver. O al menos eso percibí. Empezaron a masacrar todo y luego a todos me dí cuenta de que cada vez que intentaban agarrar a alguien solo es persona lo podía ver. Temía por todos y yo estaba escondida sin hacer nada mientras lo otros morían y caían como moscas al contacto con esos seres extraños que al parecer les arrancaban el alma y se alimentaban con eso. Cada vez que devoraban un alma se volvían más visibles. Sólo quedabamos 7 de 13 personas incluido Eduard...tu padre- hizo una pausa y con mirada triste y pensativa continuó- De repente se hizo un oyo negro en el cielo y como flechas salieron disparados los Xphinixel. Lucharon ferozmente y destruyeron casi la mitad de esos seres. Y llevaron a salvo a los que quedaban. Es más están aquí en Mir. El caso... entonces yo corría y escapaba de ellos sin parar. Me detuve cuando ya no vi ninguno pero detras mío había uno que yo no había visto. Me agarró de los hombros y me tiró hacía atrás entonces me enterró sus uñas, sentí un profundo dolor punzante que me ardía en las venas. Pero por alguna razón a mi no me salía el alma. Entonces todo mi cuerpo empezó a brillar, y el las hundió más fuerte hasta el punto en que una pequeña casacada de sangre corrió por mi espalda. Lo raro era que ya nada me ardía o me dolía. Empezó a correr un viento caliente que parecía envolverme y era tan fuerte que se le soltaron las uñas brutalmente y con la sangre que escurría por mi espalda empezaron a crecer mis alas. Sentía fuego en el interior y cuando me dí cuenta ya era lo que soy. Estaba aturdida pero vi a tu padre...- Helena vió que los tiernos y tristes ojos de su madre se aguaban.- El estaba rodeado pero se hundía en el suelo como si se lo estubiera tragando corrí hacía el tropezado con todo (incluyendo mis alas) pero me choque con algo invisible que no me dejaba lleagar a el gritaba desesperadamente pero no podía oírlo. Se terminó de hundir y todo lo que había dentro de ese campo de fuerza explotó. Así llegé aquí. >> Una lágrima rodó por su mejilla.

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⏰ Última actualización: Aug 06, 2016 ⏰

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