Capítulo 8

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LuHan se encontraba acostado en el escritorio mientras SeHun yacía encima de él, sus respiraciones eran escandalosas y se contenían lo más que podían para no hacer mucho ruido. Rogaba con todas sus fuerzas que ha nadie se le ocurriera interrumpir cuando estaban en la mejor parte de todo el alboroto. Su erección dolía como nunca lo había hecho y sentía la gran necesidad de tocarse a si mismo pero SeHun mantenía sus manos agarradas por encima de su cabeza, impidiéndole cualquier movimiento. Se estaba desesperando pero de cierta manera le gustaba que SeHun supiera cómo llevar el mando.

No dejaba de besar sus mejillas, sus labios, su cuello y, principalmente, sus clavículas. Él sólo se removía de un lado a otro mientras aprisionaba su labio inferior con sus dientes, era tan molesto tener que guardarse todos los sonidos obscenos habituales en el sexo. De vez en cuando se le salía uno que otro suspiro y SeHun le dedicaba una mala mirada que lo hacía callarse al instante.

SeHun se bajo del escritorio para empezar a quitarle lentamente sus botas dejando al descubierto sus pies desnudos, estaba ligeramente avergonzado, incluso el sonrojo en su rostro lo demostraba. El coreano le veía de una manera lujuriosa y picara, se lo estaba comiendo con la mirada o eso sentía él.

—Quítate los pantalones. —SeHun le ordenó y él hizo caso rápidamente, revolviéndose como un gusano hasta lograr quitarse los pantalones y su bóxer.

Su mano tomó su erección para empezar a masturbarse y poder aliviar el dolor, no podía soportarlo más. Tenía unas ansias horribles de correrse y los movimientos lentos de SeHun no hacían más que desesperarlo. Mordió el interior de su mejilla cuando SeHun empezó a bajar sus pantalones, su pene golpeó contra su plano abdomen cuando fue liberado, sus ansias crecieron al verlo, lo deseaba tanto que estaba empezando a preocuparse.

Y ambos con aun sus playeras puestas, SeHun volvió a colocarse encima de él para volver a atacar sus labios con fuertes besos, el movimiento que su mano hacía sobre su pene al subir y bajar provocaba que también rozara la erección contraria. Su boca se abría pero se esforzaba por no dejar escapar ningún sonido. La temperatura subía notoriamente en su cuerpo y jaló al coreano del cuello para que volviera a besarlo.

Sus lenguas chocaban y está vez ninguno de los dos se preocupo por no lastimarse los labios, la saliva empezaba a salir por las comisuras de sus bocas.

—Dolerá tanto...

LuHan no supo si esa fue una advertencia por parte de SeHun pero pasó saliva un poco intimidado, ya se había hecho la idea que dolería como el Demonio pero no podía echarse para atrás a esas alturas. No cuando él también lo deseaba con todas sus fuerzas.

SeHun detuvo sus movimientos en su pene para volver a colocar sus manos en su cabeza, LuHan se removió incomodo pero la posición no cambio por mucho que lo intentara. SeHun bajo la mirada para empezar a dirigir su pene a la entrada del otro, se mordió su labio y se dio cuenta que realmente lo lastimaría muchísimo sin un poco de lubricación antes, así que levantó las piernas del mercenario hasta colocarlas en sus hombros y pasó su pene por su agujero, esparciendo el líquido pre seminal con su dedo índice, introduciéndolo un poco para que también estuviera lubricado por dentro.

—Cállate, LuHan. —rechistó al escuchar como los gemidos de LuHan se volvían más sonoros, miró la puerta unos segundos antes de volver a su labor de esparcir su semen por el ano de LuHan para lubricarlo y no lastimarlo tanto con la penetración.

SeHun estaba recio a darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer, besarse estaba bien, tocarse también pero tener sexo era algo demasiado avanzado... Por un momento, mientras posicionaba su pene en la entrada de LuHan, quiso echarse para atrás pero al ver como el otro soltaba un suspiro y cerraba sus manos en puños esperando a que se lo hiciera de una vez, cualquier pensamiento se fue de su cabeza.

Deoksugung {HunHan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora