Capítulo 12

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No estaba seguro de qué hacer cuando salió de la habitación de Bebey.

Estaba incrédulo de que una mujer pudiera controlarlo a diestra y siniestra, debía admitir que era inteligente y una maldita manipuladora de lo peor. Él era igual y no sabía si podía quejarse cuando prácticamente se habla de la misma mierda.

Sería bastante egoísta de su parte dejar de lado su Imperio por LuHan. Por más que quisiera pensar con la mente fría como le había dicho, no encontraba otra manera de mantener su imperio a salvo y, a su vez, dejar que LuHan siguiera cerca de él.

Y tal y como Bebey había dicho, a la media hora de que fue a hablar con ella, todas las personas que estaban atacando la entrada del Imperio habían desaparecido en un parpadear. No entendía cómo es que se comunicaba con toda esa gente sin siquiera salir de su habitación, tampoco quería saberlo por el momento. Y aunque estaba aliviado de que ya no estuvieran atacando sin control, también estaba nervioso porque ahora él tenía que hacer algo.

Buscó a LuHan con la mirada en donde siempre entrenaban pero no lo vio, tampoco estaba en el jardín donde le había atacado y donde, también, solía asegurarse de que su arco estuviera en buen estado. Tampoco estaba en el jardín principal y mientras caminaba hacia su habitación, lo vio salir de esta dando un pequeño saltó.

— ¿LuHan? —la pequeña sonrisa de LuHan desapareció al escuchar su voz, alzó la mirada con expresión asustada. — ¿Qué haces?

—Ahh... Yo es-estaba... iba a... —rascó su nuca mientras fruncía el ceño. —Pues digamos que tengo un poco de hambre.

SeHun rió y desvió la mirada al nublado cielo, aun era temprano aunque el clima no lo demostrase. Volvió su mirada al mercenario que seguía rascando su nuca, un leve sonrojo cubría sus mejillas y SeHun se deleito con la vista.

Aprovechó que una sirvienta iba pasando para pedirle comida a LuHan, pidiendo que trajera lo mejor de lo que habían cocinado hoy, ella obedeció y los dejo solos mientras iba por la comida. Entraron a la habitación de LuHan donde se sentaron en los cojines que estaban en el suelo, una pequeña mesa los separaba.

— ¿Te gusta este lugar? —preguntó de repente, tomando por sorpresa a LuHan quien paso saliva y miró a su alrededor.

— ¿El Imperio? —asintió lentamente. —Uhmm... supongo que sí, es... lujoso y todos sus habitantes son amables. —inconscientemente LuHan sonrió cálidamente tomando una bocanada de aire. —Se siente mejor que el Imperio de China.

Soltó un suspiro y volteó a ver la puerta que había sido tocado, la sirvienta de antes entro para dejar toda la comida en la pequeña mesa. Admiró como LuHan se pasaba la lengua por el labio superior al ver toda la comida que era servida. Realmente parecía estar muy hambriento cuando, prácticamente, empezó a devorar la comida sin detenerse a ofrecerle un poco a SeHun.

Aunque no era necesario pues él no tenía nada de apetito, era un hombre de palabra y aunque no le había prometido nada a Bebey, ella había hecho lo que dijo y, de alguna manera, sentía que debía de hacer lo que le había pedido.

—Yo creo que tengo un lugar mejor para ti.

LuHan se interrumpió de tomar agua cuando escuchó a SeHun hablar.

— ¿A qué te refieres?

—Tengo una pequeña cabaña un poco alejado de aquí pero es en el mismo Imperio. —explicó SeHun mientras articulaba con sus manos. —Puedes quedarte ahí si quieres...

El mercenario entrecerró los ojos por un largo tiempo antes de tomar agua y asentir lentamente con la cabeza. SeHun casi suelta un suspiro de alivio pues la cabaña si estaba lo suficientemente lejos de Bebey pero en el mismo Imperio y LuHan y él podrían verse cuando quisieran. Sonrió y asintió con la cabeza a la vez que se levantaba del cojín. Todos los platos donde había estado la comida estaban vacios, siendo manchados por pequeñas migajas.

Deoksugung {HunHan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora