Epílogo

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—Cuando te conocí, sentí una extraña conexión contigo.

Mordisqueó el labio inferior de LuHan mientras revolvía el cabello castaño con las manos, sus labios apenas se separaban y si lo hacían era para llenar sus pulmones de aire pero al milisegundo ya estaban volviendo a besarse. Aunque también sus labios se separaban de vez en cuando pues SeHun hablaba entrecortadamente con cada beso. LuHan apenas podía ponerle la suficiente atención a sus palabras.

—Había algo... —volvió a decir mientras jalaba con fuerza el cabello de LuHan, su cuerpo chocó contra la mesa y escucho que el chillido que las patas hicieron al frotarse con el piso. —Y supe que era.

LuHan mordió su lengua suavemente y abrió los ojos para hacer contacto visual con el coreano, la tensión era palpable, ellos estaban deseosos de más y hacer los juegos previos realmente iba a ser un esfuerzo mayor.

—Porque los dos éramos del mismo costal. —el chino rió suavemente, dejando que SeHun le besara toda la extensión del cuello. —Nos gustaba hacer lo mismo, eras tan cruel como yo también lo fui.

Con la lengua, delineó la vena que se marcaba en la blanca piel del cuello y mordió suavemente, dejando un rastro de saliva que cubrió con sus labios en un nuevo beso.

Para ese momento, LuHan sentía que ya iba a explotar por lo que tomó de las mejillas a SeHun para poder besarlo en la boca, caminaron hacia atrás hasta que ahora fue el cuerpo de LuHan el que chocó pero esta vez con una pared. Rieron tontamente y volvieron a juntar sus labios, SeHun aprovechó ese momento para poder toquetear el trasero de LuHan cuanto le fuera posible.

SeHun empezó a meter su mano dentro del pantalón café que naturalmente usaba LuHan, con la yema de sus dedos rozó el inició del órgano masculino, lentamente sintiendo como poco a poco la dureza iba aumentando con cada toque. LuHan sintió varios pinchazos de placer que se iban directamente a su entrepierna, haciéndolo temblar y estremecerse. Las manos de SeHun en su cuerpo le causaban puras buenas sensaciones, desde placer hasta simple felicidad.

Beso la mejilla del Emperador y reprimió un gemido cuando sintió como le sacudía la erección con cuidado de no hacerle daño. Ladeó la cabeza, repartiendo los besos desde la mejilla de SeHun hasta llegar nuevamente a sus labios.

— ¡Papá, papá!

Y así como sus besos empezaron casi de la nada, de manera urgente y lujuriosa, fue también así de rápido que tuvieran que separarse al escuchar una voz chillona que ambos reconocieron al instante. LuHan se pasó el dorso de la mano por los labios para limpiar los restos de saliva, y medio acomodo su ropa, el pequeño niño iba corriendo hacia ellos con una sonrisa deslumbrante, mostrando los pequeños dientes que apenas iban saliendo y de la misma manera mostrando los huecos donde aun no salían los pequeños dientecillos de leche. SeHun sonrió al pequeño niño y se puso de cuclillas mientras abría extensamente los brazos, el bebé lo abrazó cuando estuvo lo suficientemente cerca.

— ¡Padre!

Sonrió y se puso de pie mientras cargaba al bebé entre sus brazos.

— ¿Qué estabas haciendo, pequeño travieso? —antes de que su hijo pudiera contestar, Chanyeol llegó corriendo detrás.

Supo cual era la situación al instante, su hijo realmente era travieso y quizá poner a Chanyeol como su cuidador personal no fue la mejor idea pero la verdad es que se divertía mucho al ver como su hijo hacia enojar a Chanyeol. Detrás del más alto, llegó una mujer también corriendo, ambos se detuvieron al verlos, sus respiraciones estaba agitadas y sus cabellos estaban totalmente revueltos.

Deoksugung {HunHan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora