CAPITULO 6

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El vehículo negro. El vehículo negro se encontraba allí.
El primero que salio del congelamiento mental fue Cooper, que salio corriendo y gritando hacia los autos policiales.
Los gritos de Cooper volvieron a la realidad a los otros tres. Se miraron y caminaron juntos hacia el vehículo extra;o. Lo que vieron no lo podían creer.
Cuando se acercaron vieron al vehículo contra un par de arboles, al acercarse mas notaron que había chocado. Pero al estar junto a el vieron que la puerta del pasajero estaba abierta y que en el asiento del conductor había un cuerpo caído sobre el volante.
Inmediatamente llamaron al cuartel para reportarlo.
Casi 20 minutos después llegaron los forenses y sacaron el cuerpo, pero lo que encontraron no lo podían creer.
El cuerpo presentaba avanzado estado de descomposición, que no concordaba con los avistamientos denunciados, que eran de aproximadamente dos semanas.
Los forenses estaban desconcertados y dijeron que cuando terminaran los análisis, les informarían.
Cuando se hubieron llevado el cuerpo, les dejaron vía libre a los detectives para buscar pistas.
Blue, Miller y Hill investigaban el auto, mientras Cooper, calmado ya, cuidaba a Chock.
En el vehículo encontraron mucha tierra, se notaba que hacia tiempo que estaba allí. El parabrisas se había roto tras el choque contra del árbol, y habían entrado muchas hojas y peque;os animales al vehículo.
Vieron que había sangre en el volante, proveniente de la cabeza del conductor, seguramente.
En el tablero encontraron unos documentos, que identificaban al conductor. Pero también encontraron la documentación de una mujer.
Al revisar el asiento del pasajero, la puerta se encontraba abierta, vieron que había sangre en el tablero de ese lado, lo cual significaba que había una víctima mas.
Recogieron muestras de sangre, pelos y otras muestras que serian útiles.
Cuando hubieron terminado y estaban seguros de que no encontrarían nada mas por el momento, llamaron al depósito para que se lleven el vehículo.

Cuando todo se juntaron al lado de los vehículos para volver al cuartel.
Todos tenían la misma cara de asombro, nadie entendía que ocurría, lo único que sabían era que tenían un cadáver y un auto lleno de polvo.
Fue un silencioso. Estaban muy pensativos y cuando llegaron al cuartel, como no había nada que hacer por el momento, todos decidieron sentarse en sus respectivos escritorios a pasar el tiempo.
Ya entrada la tarde, Hill se acerco al escritorio de Blue, que estaba practicando el entrenamiento de Chock, con dos tazas de café en la mano.
-Tienes animo de que te acompa;e un momento?
Blue lo miro con el rostro lleno de arrepentimiento y le ofreció una silla junto al colchón de Chock, que automáticamente apoyo la cabezota en sus rodillas, recibiendo a cambio que le rasquen detrás de las orejas.
-Lo siento mucho Isaac, estuve muy nerviosa estos últimos días- Blue no sabia bien como disculpase, ya que muy raras veces en su vida lo había hecho.
-No te preocupes, ya se como te pones cuando algo sale de lo normal.
-See... No entiendo nada, amigo.
-Yo tampoco, supongo que debe ser ese el auto que vieron desviarse en la carretera.
-No tiene sentido, se notaba que hacia tiempo que se estrello. Además, como es que todos lo vieron, en distintos momentos? Solo se puede estrellar una vez.
-No lo se.- Hill odiaba no poder darle la respuesta.
-Espero que terminen pronto del laboratorio.
-Yo voy a ir con Miller al deposito para revisar bien el vehículo.
-Ok.
Hill se levanto, saludo a Chock, y se volvió hacia Blue.
-Tu sabes que aunque me grites y me prohíba volver a hablarte, siempre te cuidare.
-Si... Lo se.- Esta declaración la dejo mas tranquila.
En un momento de sus historias, hubo un romance entre Hill y Blue. Hill se enamoro completamente de Blue y ella también lo quería muchísimo, pero una perdida fue suficiente para ella, por lo que le tubo que decir a su amigo de siempre que quería que sean eso, amigos.
El lo entendió y manejo la situación lo mejor que pudo aunque le haya partido el corazón. Le dijo que aceptara el trato con una sola condición, le prometió que siempre la protegería, a ella y a su hija, la única condición era que nunca le prohibiera hacerlo.
El recuerdo, que logro hacer sonreír a Blue, lo rompió el timbrado del teléfono que tenia sobre el escritorio.
-Blue.
-Detective, hablo del laboratorio.

HUELLAS DEL DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora