-Brrr, sí que hace frío aquí. - los dientes de Rapunzel se chocaban entre sí con brutal fuerza y su aliento se convertía en vapor debido al frío extremo. Llevaban volando horas hasta que llegaron a un lugar casi completamente inhóspito y desierto, donde predominaban las bajas temperaturas.
-Bueno, el frío a mí nunca me molesto.
-JA. JA. - dijo sin gracia alguna.
Ya en el Polo Norte, Jack aceleró su vuelo. Quería llegar lo más rápido posible a la Base Guardiana. Desde allí, los Guardianes lo divisaron a lo lejos.
-¡Oigan, chicos! ¡Jack está de regreso! - era Norte que estaba mirando desde la ventana más cercana.
-No recuerdo que se haya ido - Conejo se unió a su lado para ver a Jack volando hacia ellos desde la distancia.- ¿Cuando demonios se fue?
- Cuando se trata de Jack, tú nunca pones atención, Conejo. - le dijo el Hada.
Sandyman solo se dignó en asentir conteniendo una risa.
- Tienes razón, Hada. Que brillante observadora eres.
Santa, aún mirando tras el cristal y sin prestarles atención a los demás Guardianes, agregó:
-¡Hey, miren! Trajo una chica.
-¿¡UNA CHICA!? - el Hada batió sus alas velozmente para unirse a la visión de Santa.
-¿Estas celosa? - preguntó Conejo.
-Por su puesto que no, canguro tonto.
-Oye, tú nunca me has llamado así. Entonces sí estás celosa, eh Hada....
-Ya cállate.
-Mira, puedo ver cómo tu sangre hierve de ira y celos - se burló el Guardián.
-¡Conejo, ya es suficiente! - respondió ella enojada.
En ese momento, Jack entró por la ventana y depositó a Rapunzel en el piso.
-Hola, chicos. ¿Me extrañaron?
-Por supuesto que no. - de hecho Conejo nunca lo hacía.
-Me alegra verte a ti también, Cola Peluda. Les presento a Rapunzel. - señaló a la joven a su lado.
Ella saludó amablemente, y Norte no pudo contener un salto de satisfacción.
-¡Oh, que alegría! Veo que ya te has olvidado de Elsa y has encontrado otra chica. Aunque creí que tus planes eran otros. Me alegra que ustedes-
-¿¿Qué?? - dijeron Jack y la chica al unísono, sin dejar que Norte terminara lo que quería decir. Se miraron con caras de espanto.
-No, no. Nosotros... - comenzó él.
Y ella continuó, al igual que Jack, sin encontrar las palabras para explicarse:
-Quiero decir, no estamos...
-Es una equivocación. Nosotros no estamos...
-Juntos. - repitieron a la misma vez.
-Oh, bueno. Esto sí que es incómodo... - susurró Santa, un poco avergonzado. Luego su mirada se llenó de confusión.- Espera... ella puede verte... Significa que...-
-Que ella cree en mí. - finalizó Jack.
Rapunzel, quien había estado acurrucada cerca de la chimenea y fuera de la conversación, preguntó sin entender lo que estaba sucediendo.
-¿Creer en ti?
-Verás, como te dije mi nombre es Jack Frost. Soy el Guardián del Invierno y la diversión. Sé que creer que soy "solo una expresión", pero eso explica muchas cosas, como el hecho de volar, de traerte a la Central de los Guardianes, y hacer esto...- Jack abrió la palma de su mano y desprendió un brillante copo de nieve que se posó en la mano de Rapunzel.
-¿Qué? - ella no lo podía creer.- Tú eres... ¿eres ese Jack Frost? Woow... Creí que eras solo una leyenda.
-Ojala.- resopló Conejo. Y Jack, haciendo que no lo había escuchado le respondió a Rapunzel.
-Sip, ese mismo. Soy toda una celebridad, ¿no lo crees? Y lo curioso de ser Guardián, es que soy invisible a los ojos de aquellos que no crean en mí. Pero tú lo haces.
-Claro que sí. Bueno, supongo. Madre me leía historias tuyas cuando era pequeña... supongo que por eso creo en ti. Aunque debo admitir que estoy un poco sorprendida y... confundida...
-Tranquila, es algo normal. Pero gracias.- le sonrió amablemente Jack.
-¿Por qué?
-Por creer en mí.
Ella le sonrió de regreso.
-Entonces, ¿qué está haciendo ella aquí, Jack? - fue el Hada quien preguntó.
-Bueno, la otra noche hablé con Hombre de la Luna...-
-¿Y qué te dijo? - interrumpió Conejo.
-Que, como el Señor Rechonchón dijo, Elsa rompió los lazos que nos unía a ella y a mí como su Guardián. Además, deseó no volver a verme nunca más, y por eso no puedo acercarme a Elsa, a menos que ella lo pida. Y por lo que entiendo, no querrá hacerlo...
-No me extraña que lo haya hecho. En verdad que puedes resultar irritante, Frost.- lo mofó el Guardián de Pascuas. - Esperen... si yo le pido lo mismo a Hombre de la Luna, ¿significa que no te podrás acercar a mí nunca jamás? - sonaba excitado por la idea - ¡Que estupendo! ¿Cómo no se me había ocurrido antes?
-Conejo. -lo cortó Norte. - No es tiempo de tus payasadas. Esto es serio.
-¿Y desde cuándo nos interesa la vida amorosa de Jack?
Sandyman le dio un puñetazo en el brazo.
-¡Auch! Sandy...
-Deja de ser inmaduro - le dijo el Hada. Luego, dirigiéndose a Jack, dijo: - Aún no entiendo por qué trajiste a esta chica aquí.
-Hombre de la Luna me dijo que ella era la única capaz de revertir el lazo roto, así podré volver a Elsa. Pero el problema es que yo no me puedo acercar a ella.
-¿Pero cómo hará eso ella, una simple mortal?
Esta vez, Rapunzel le respondió al Hada.
-Pues, podré ser una simple mortal, pero mi cabello posee capacidades mágicas. Con él, puedo volver el tiempo atrás, y curar lo herido o arreglar lo roto.
-Interesante... - Norte estaba muy impresionado con la chica - Pero creo que necesitarás tener a los dos jóvenes juntos para usar tu magia, y si Jack no puede ir hacia ella...
-Por eso vinimos, Norte. - dijo Jack. - Necesitamos su ayuda y un plan.
Los Guardianes se pusieron serios, tratando de pensar en un plan que funcionase a pesar de su obstáculo. Conejo habló primero.
-¿Qué tal si secuestramos a la Reina para que venga hasta aquí y unimos sus lazos con la chica de la cabellera de fideos?
-¡Oye! - se quejó Rapunzel. Él solo se digno a alzar los hombros.
-¡Conejo! ¡Déjate de tonterías! - le retó con furia el Guardián del Invierno.
-Espera... - lo frenó con tranquilidad Norte. - tal vez, sea una buena idea.
-¿QUÉ? - dijeron todos a la vez con incredulidad, incluyendo a Conejo que había tenido la idea pero que nunca hubiese pensado que podría ser útil.
-Excepto por la parte de secuestrar a la chica. - corrigió Norte.- Quizás, la respuesta sea eso. Llevar a Elsa hacia Jack y no lo contrario.
-Eso... podría funcionar... - reflexionó Jack. De pronto, su cabeza se llenó de esperanza, como cuando supo que Rapunzel podría ayudarlo.- Pero... cómo haremos que venga hacia a mí si yo no me puedo acercar a ella...
-Tal vez no a ella... Pero sí a alguien cercano a ella. - opinó Rapunzel. El Hada asintió y dijo.
-Tiene razón, ¿acaso Elsa no tiene una hermana?
-¡Anna! Sí, por supuesto. Ella es la repuesta, tal vez ella pueda hablar con Elsa para convencerla de que venga hacia mí. - Jack sonaba más emocionado que nunca.
-Entonces hay que ir por Anna. ¡Vamos! ¿Qué estamos esperando? - la voz de Norte era casi tan feliz como la de Jack. - Vengan - señaló a Rapunzel y al chico. - los llevaré en mi trineo.
-¿A donde vamos esta vez? - Preguntó la muchacha.
-A Arendelle. - le respondió Jack mientras la sujetaba por el brazo y la guiaba hacia el subsuelo donde se encontraba el famoso trineo de Norte.
-¿No iremos volando?
-Nop. Llegaremos más rápido en trineo.
Los tres, Norte, Jack y Rapunzel, habían dejado a los otros Guardianes atrás y se encontraban enfrente del magnífico trineo. La joven no pudo evitar sentir escalofríos.
-¿Y es peligroso?
-Si te gustó volar, esto te encantará aún más.
Fin del capítulo 11
ESTÁS LEYENDO
Jelsa, Una Historia de Amor Verdadero (COMPLETA)
RomanceEsta es una fanfiction inspirada en la pareja de JACK FROST Y ELSA: JELSA. Espero que les guste la historia, vale la pena leerla ;) . Es original por favor no copiar...