Remanso

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Cuando desperté me encontraba en el Mustang rojo, Marcos conducía con tranquilidad por un camino pequeño y en deplorables condiciones que no recordaba haber visto y Chico dormía en los asientos traseros.


- ¿Cómo te sientes?- Preguntó Marcos.


- Algo mejor. Aun me duele la herida.- Respondí con voz áspera.


Marcos me sonrió. Me giré buscando a Chico para dejarle una caricia distraída en las orejas, ni siquiera se inmutó. Miré por la ventana tratando de situarme, pero nada. Ni idea. No es que tuviese un gran sentido de la orientación pero es que directamente ni siquiera sabía qué lugar era ese. Recordé que le prometí a Noelia que nos encontraríamos y las dudas nacieron en mi cabeza. ¿Dónde estaban todos?


- Marcos ¿Dónde están los demás?-Titubeé.- ¿Dónde estamos nosotros? ¿A dónde vamos?


- De una en una, nena.- Sonrió.


- ¿A dónde vamos?- Pregunto.


- Prueba otra.- Comentó negando con la cabeza.


Fruncí el ceño sin saber muy bien a que jugaba.- ¿Dónde están todos?- Probé.


- Eso sí.- Sonrió.- Todos los que lograron salir con vida del refugio nos esperaban en una parte del bosque que nos rodeaba.


- ¿Cómo...?- Repuse confusa.


- El lugar de referencia era el Mustang, todos debían llegar hasta él y esperar.- Explicó con tranquilidad.


- Espera, ¿Cuándo se habló eso? Y... ¿Quién llevó el Mustang hasta el bosque?- Le interrogué totalmente confundida.


- Yo sabía que nada acabaría bien y que tendríamos que abandonar el refugio. Antes o después. De la misma forma que el centro comercial; quiero decir, piénsalo, ya nos habían localizado.


Asentí.


- Se lo dije a Bruno, y estuvo de acuerdo conmigo.- Sonrió ante mi impaciencia y siguió.- Buscamos a la persona idónea para llegar hasta el Mustang, sacarlo de allí y llevarlo al bosque.


- ¿Quien?- Pregunté con impaciencia.


- Sam.- Me miró con el ceño fruncido, como si estuviese contrariado.- Él mismo se ofreció y Bruno aseguró que podíamos fiarnos de él. Lo cierto es que fue una sorpresa, ese chico tiene pantalones.- Aseguró sonriendo.


Suspiré.- Ahora entiendo...


- ¿El qué?- Preguntó confuso.


- Sam tiene una hermana, ella estaba preocupada porque desapareció.- Explico.


- Oh sí, ya sabía. Él me dijo que debía decirte algo, que tu entenderías.- Se rascó la barbilla.- Dijo que llevaras a Sol a lugar seguro, y que el chico rubio se retira.- Me miró analizando mi rostro.- ¿Sabes a lo que se refería?


- Mmm... No, no tiene ningún sentido para mi.- Mentira.


Claro que había entendido, Sam se estaba quitando del medio. Una retirada en el momento justo también es una victoria ¿No? Suspiré.


- Espero que Sol esté bien.-Respondí mordiéndome una uña.


- Lo estará.- Zanjó,


- Entonces... ¿A dónde estamos yendo?- Dejé caer.


- Ah sí.- Rió.- Cuando llegamos al Mustang todos nos estaban esperando a rededor del coche, quedamos en que separarnos sería la mejor opción para no llamar demasiado la atención. Dana conoce un lugar, dentro del bosque. Es como un pequeño lago donde podríamos quedarnos hasta que nos recuperemos física y anímicamente. Está lo bastante lejos del refugio como para que no puedan encontrarnos. Este bosque ocupa muchas hectáreas.- Explicó tamborileando con los dedos sobre el volante.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2016 ⏰

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