Fuego

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Todos quedaron petrificados, yo en un ataque de histeria bajé del coche y salí a correr hacia esa cosa, por un momento quedé totalmente cegada por los faros del coche.Marcos pronto bajó tras de mi.

-Marcos: ¡Lucy!¡Lucy vuelve... no es seguro! -me gritaba mientras corría detrás de mi alterado

Yo hice caso omiso y cuando llegué me arrodille junto al cadáver, segundos mas tarde llegó Marcos que lo miraba impasible.

-Yo:-en un susurro-Dios mio... es un niño pequeño...

-Marcos: Esto no es bueno para ti... vamos, puede despertarse

Mariangeles y Pablo se acercaron tras unos segundos.

-Mariangeles:Oh no...-Se llevó las manos a la boca y dicho esto calló de rodillas junto a mi sollozando, totalmente impactada por la horrible imagen

Pablo la rodeó con los brazos y ella hundió la cara en su hombro. De repente el cadáver comenzó ha hacer esos sonidos tan peculiares, y Marcos me cogió haciendo que me levantara del suelo, luego sacó su pistola y la cargó.

-Pablo: ¿Que vas a hacer? -dijo mirándolo como si no entendiera nada

-Marcos: No hay otra opción

-Pablo: Marcos por dios, es un niño-dijo con gesto amenazante

-Marcos: ya no lo es, ahora es una de esas cosas, y no puedo dejar que vague por ahí sin alma

-Pablo: Oh por dios...

Marcos estaba a punto de cuestionar a Pablo cuando por sorpresa Mariangeles le arrebató la pistola y de un disparo término con el caminante.

-Pablo:-Alejándose de ella y llendo al coche-¡No puedo creer que hayas hecho eso!

Yo me libré de los brazos de Marcos que aun me rodeaban y me acerqué a ella que aun estaba en un tipo de shock.

-Yo: ¿Estas bien?

Antes de que pudiera contestar un enorme grupo de caminantes se hizo presente así que la cogí por el brazo y tiré ella todo lo que pude, los tres corrimos todo lo posible pero nos pisaban los talones.

-Marcos: ¡Rápido! -Gritó mirando hacia nosotras

-Pablo: ¡Vamooos subid al coche!-dijo desde el asiento del copiloto

Por fin llegamos al coche, y abrí la puerta del lado izquierdo para dejar a Mariangeles pasar, cuando ella se hubo montado los caminantes ya nos habían alcanzado. Marcos los golpeaba para quitarlos de su puerta.Al fin la pudo abrir y yo iba a entrar cuando uno de ellos me sujetó,me giré y golpeé su cabeza contra la puerta del coche y después me monté. Todo el coche estaba rodeado, golpeaban los cristales de las ventanillas y de las lunas. Marcos intentó arrancar... pero justo el coche se gripó, tras varios intentos desesperados arrancó, los cristales no aguantarían mucho... eran demasiados. Marcos intentó avanzar, pero al acelerar las ruedas patinaban y no nos movíamos, estábamos atrapados.De pronto la luna trasera cedió y comenzaron a entrar manos buscando algo a lo que aferrarse.

-Mariangeles:¡Arranca, vamos!

-Marcos: ¡No va, no va!

Las ruedas traseras chirriaban y desprendían pequeños trozos de piel de los caminantes... pero seguían sin avanzar.

-Marcos: Son demasiados... hay que acabar con ellos...

-Pablo: ¿¡Que!?, ¡Estás loco!

-Yo: Podemos bajar algo las ventanillas y matarlos con las navajas... algo tenemos que hacer, o si no moriremos todos...

Los Muertos CaminanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora