Vio de nuevo los ojos del hombre, ahora con otro enfoque, no sólo vio la experiencia, podía sentir el dolor, el miedo, la impotencia, la responsabilidad de mantenerse firme. La respiración de ella se agitó, estaba asustada. Al tiempo, el viejo avanzó, con el rostro fruncido. Y detrás de él un hombre en bata blanca y corbata; llevaba una cara de decepción.
El hombre bata blanca giró la mirada a la mujer, seguía tumbada en el suelo del pasillo. -¿Estás bien? -preguntó y en seguida negó con la cabeza. -Discúlpelo, es sólo que... bueno, no es nada. ¿Tú eres la siguiente? -continuó. La mujer no respondió, su mente estaba tratando de explicarse con desesperación qué es lo que había sucedido. Del miedo de escapar, de no tener a nadie, ahora se agregaba la nueva experiencia. «No es para tanto, sí debe ser la siguiente -pensó al ver su expresión de miedo.»
Aceptó el hecho, obligándose a creer que simplemente había sido su imaginación. El hombre le tendió su mano, ofreciéndose para ayudarle a levantarse, pero se levantó por sí misma. Sacudió su ropa y se volvió para mirar al hombre y éste le tendió su mano.
-Soy el médico en turno, dime Robert. Pasa por aquí -entonces el médico abrió más la puerta de la que había salido el viejo, y señaló con su palma hacia adentro. Seguido ella entró al lugar, a diferencia del resto del edificio, este cuarto era totalmente blanco, y no era muy grande, unos cuantos metros cuadrados. Tomó asiento en una de las dos sillas que estaba frente al escritorio, parecido al mueble de la recepción estaba lleno de papeles y una computadora. Robert se sentó sobre la silla que estaba detrás del escritorio, ahí se reclinó hacia ella, entrelazó sus dedos y puso las manos sobre la mesa. -Bien, dime qué pasa, ¿cuál es el problema? -preguntó el médico, su voz era tranquila.
Ella estaba más preparada para esa pregunta ahora, sin embargo no tenía una respuesta clara, si bien había escapado no era algo que la gente pudiera entender del todo, primeramente porque no entendía de dónde, o de qué había escapado exactamente. Hablaría de eso, pero con tiempo, cuando encontrara el momento y a las personas indicadas. Así que siguiente problema. -No sé cómo expresarlo, es sólo que... me cuesta mucho recordar o entender cosas, tengo el entendimiento del mundo en general, sé cómo funciona, sé lo que son las cosas..., pero nada más allá de eso. No sé quién soy, no sé cómo me llamo, no sé quién es mi familia, pero algo me dice que alguna vez poseí uno de esos, un nombre. Pero pasó algo que... no lo sé.
-Bien, por lo que veo lleva puesta una bata, parece una paciente de algún hospital, sin embargo su bata no lleva información del hospital, lo que es raro. ¿Está segura de no haberse escapado de algún lugar en estos días? -preguntó el médico. Para él la posibilidad de que ella fuera una enferma mental que había logrado escapar de algún hospital psiquiátrico era muy alta, aunque la duda de la información sobre la bata continuaba marcando un fuerte punto en contraposición, era raro que las batas en laboratorios especializados no tuvieran el logotipo o nombre de la empresa. El hecho de que fuese una bata sin identificación podía significar varias opciones, puede que el lugar que la hospedara no estuviera registrado frente a la ley; incluso que había obtenido la bata en algún lugar y quisiera hacerse pasar por enferma para así librarse de alguna demanda o deudas.
Aquella palabra zumbó en su mente. Escapar. Mantuvo la calma. -No lo sé, puede que sí, no recuerdo mucho -fingió.
El médico no creyó, sin embargo no era su trabajo averiguar más allá de su estado de salud. Hizo algunas anotaciones sobre una hoja de papel que tenía cerca. -Me gustaría hacerle un chequeo de rutina, para saber si el resto anda bien. Sobre su problema de memoria, me temo que eso requiere ayuda especializada. Pero lo más importante es que usted recuerde quién es, de dónde viene. Mientras tanto, intentaré conseguirle algo de ropa; hay un cuarto de baño al fondo de este cuarto, puede darse una ducha. Al salir hay batas, de aquí de la estación, puede usar una sin problema, luego haremos el chequeo. ¿Está bien?
Ella, accedió, dispuesta. El hombre parecía de confianza, le mostró el cuarto de baño y en seguida indicó que se saldría, que volvería en algunos minutos. La mujer avanzó hasta el baño, encendió la luz y se vio frente a uno de los dos espejos en la habitación, uno era de cuerpo completo mientras que el otro era más pequeño, observó fijo sus ojos marrón claro frente al espejo de cuerpo completo, su rostro en forma de diamante adornado por su nariz delicada, sus labios delgados y sus cejas delgadas; su cabello lacio y castaño que corría hasta por debajo de su pecho. Se quedó mirando su reflejo, jamás había tenido oportunidad de mirarse de manera detenida, y aprovechó cada segundo, rastreando sus facciones, analizando cada detalle. Comenzó a desnudarse, al quitarse la bata dejó al descubierto su cuerpo torneado de piel morena, el cuál también miró con detenimiento. Pronto notó algo que le pareció anormal en la parte superior de su brazo, cerca del hombro pero en la parte de detrás, vio una especie de mancha, se acercó para observarlo mejor, pero estaba en un área en la que era ilegible para su posición frente al espejo, así que tomó el otro de estos espejos, el pequeño, y lo acercó a esa área, reflejando con más detalle la mancha. No era simplemente una mancha, era un código de barras y por encima de éste podía ver lo que interpretó como letras: E, L, I, E.
-E, L, I, E -dijo ella aunque no sólo para sí, sino en voz alta y dentro se alcanzó a percibir el eco que causaba el cuarto. -Elie..., mi nombre.
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Entropía.
Science FictionEn termodinámica, la entropía es un parámetro que mide el desorden en un sistema. Al transformar la energía, una parte de ella se pierde, propiciando dicho desorden. Siendo el Universo un sistema con una vasta concentración de energía, en algún mome...