10) Las Bicicletas De Princesa Te Meten En Grandes Problemas

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Los pasados meses han sido asombrosos. Nuestra primera cita fue absolutamente increíble, me llevó a un autocinema.

Vic ya viene todos los días. Siempre me besa y me dice todas las cosas que le gustan de mí. Incluso he visto a sus padres unas cuantas veces, cuando Vic enfermaba y no podía ir a mi casa.

Él siempre llega a las 6 en punto. Vic dice que está con sus amigos, lo dice para que no suene sospechoso, pero yo no puedo dejar de tener un mal presentimiento. Quiero creerle, pero siento que hay algo más detrás de eso.

Como era el último día de clases antes de tres largas semanas de vacaciones de invierno, decidí hacer algo demasiado estúpido. Iba a seguirlo.

Lo sé, lo sé, sé lo que están pensando. Kellin malo, debes de confiar en tu novio. Eso ya me lo dijo Amanda.

La campana sonó, indicando el final de las clases. Sabía cuál era su ultima clase, así que me dirigí hacia Química Avanzada. Lo vi hablando con sus amigos Tony, Jaime, y su hermano Mike. Todos ellos dejaron el edificio y se subieron al auto de Vic. Por lo menos no mentía al decir que iba con sus amigos.

Sin embargo, tenía que averiguar cuál era su gran secreto, el cual no podía contarme. Era obvio que tenía que seguirlo, pero ¿cómo? Ellos me verían, y no podría correr tan rápido. Una idea saltó de mi cabeza cuando vi la familiar cara de una pequeña niña acercarse hacia mí.

— Hey Kellin. ¿Ya cambiaste de opinión?

— Lo siento Kristina, sigo siendo muy viejo para ti — ella era una amiga de Amanda, y siempre había tenido un gran crush en mí.

— ¿Crees que me puedas prestar tu bicicleta? Estoy algo apurado — le pregunté.

— ¿Por qué?

— Tengo que ir a la casa de mi- uh- de mi amigo.

— Te costará — dijo con una sonrisa.

— ¿Qué? Quieres dinero ¿cierto? — comencé a extraer mi billetera pero ella negó.

— Nop. Tienes que besarme — suspiré y devolví mi billetera.

— Te daré un beso, en la frente — ella me sonrió desde abajo.

— Con eso será suficiente — se paró de puntillas y yo le di un pequeño beso en la frente.

Kristina me tendió su bicicleta y su casco.

— Gracias pequeña, puedes pasarte luego para llevártela.

— Bueno. Te veo luego Kellin — se despidió agitando su mano. No me sentía culpable al llevarme su bicicleta, porque sabía que vivía cruzando la calle.

Me subí a la pequeña bicicleta rosa de princesas y divisé el auto de Vic. Por suerte esta era una calle recta, así que no era muy difícil de encontrarlo. Yo me encontraba lo suficientemente lejos como para que ellos no pudieran verme. Pasaron unas cuantas calles más hasta que finalmente aparcaron frente a una casa. Esta no era la casa de Vic, así que debía de ser la de Tony o la de Jaime.

Tony extrajo un conjunto de llaves de su bolsillo trasero y abrió la puerta. Nadie más estaba en la casa excepto por los chicos. ¿Y si hacían algo extraño? ¿Y si bebían? ¿Y si fumaban marihuana? ¿Mi novio era drogadicto?

La curiosidad terminó matándome, así que terminé escuchando desde afuera de la ventana. Me agaché para que no me pudieran ver si decidían asomarse. Después de unos minutos de escuchar muchas cosas moviéndose, comenzó una conversación.

— Vic ¿qué es lo que sucede ente tu y ese chico de segundo? — preguntó Jaime.

— Oh, no pasa nada, simplemente intentaba expandir el grupo, pero fue estúpido hablarle a uno de segundo como él — respondió. Dolió haberlo escuchado decir eso, pero sabía que lo estaba haciendo por el bien de ambos, al no querer hacer nuestra relación pública aún.

Babysitter »kellic« (boyxboy) {TRADUCCIÓN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora