080816
"–No creo que pueda hacerlo, ¿Y si empiezo a sangrar y me desmayo? Y luego me caigo y al caer me doy en la cabeza y no vuelvo a despertar, lo siento chicas no puedo con ello–La morena de cabellos largos, manoteaba a la vez que hablaba todo lo rápido que le permitían sus pulmones. Por otro lado sus dos mejores amigas la miraban con una ceja alzada. Una de ellas, la más joven, de pelo largo y rizado, se encontraba sin pantalones sobre una camilla recostada mientras también extendía su brazo izquierdo sobre un reposa brazos, dos chicos, uno pelirrojo, el cual estaba entretenido en su pierna izquierda, y un chico moreno que ya había empezado con su brazo izquierdo, se entretenían en hacer arte en ella. Y luego estaba la mayor de todas, una chica llena de energía con el pelo oscuro y por los hombros se encontraba sentada en una silla, frente a una mesa con una chica eligiendo su diseño.
–Hemmo, te prometo que no se siente nada, es más el ruido que lo que la máquina hace. Y encima, me lo prometiste, hazlo por mí anda.– La menor hizo un puchero hacia su amiga histérica, mientras que la mayor intentaba contener la risa negando con la cabeza.
–Al fin al cabo es el regalo de cumpleaños de H, no puedes retirarle el regalo encimas que lo va a compartir con nosotras.
La mediana acabó por asentir recordando de que llevaba cinco años prometiéndole tal regalo, un tatuaje, su primer tatuaje, el primero de todas ellas, no podía negarse, y tampoco parecía doler tanto, a su amiga la estaban tatuando dos hombres a la vez y no había rastro de dolor en sus facciones, así que asintió a la chica que le tendía un papel semi transparente el cual contenía el tatuaje que la acompañaría por el resto de sus días.–Bueno ya sabéis como os lo tenéis que curar, lavarlo como mínimo tres vez al día con agua y jabón y luego aplicarse la crema y envolver la zona con el papel film, lo recomendado es que os lo tapéis durante una semana, luego con cuidado de que no roce o apriete ninguna ropa la zona y por su puesto mantenerlos alejado del sol todo lo que podáis y por su puesto no os arranquéis la costra.
– Estoy mareada, me voy a caer.– ¡AY NO, QUE VAS CONDUCIENDO, NI SE TE OCURRA, PARA, NO QUIERO MORIR CON MIS DIECIOCHO RECIÉN CUMPLIDOS!– La de menor edad comenzó a gritar mientras gesticulaba como la histérica que era y comenzó intentar sujetarse a cualquier cosa que tuviese a su lado – Mis tatuajes nuevos, no, ay dios, todo menos no poder disfrutar de mis más preciados tesoros, ay no, mátame antes de que se me estropee alguno.
–Y ahí está la vena dramática, sí, ya vuelve a ser ella– La mayor comentó haciendo referencia a la media hora que había pasado la menor en silencio mirando su brazo.
La de edad intermedia aparcó el coche en el costado de la carretera y se echó a reír a carcajadas, –H, cálmate, respira, nadie ha muerto, están bien los tatuajes,. Y por cierto ¡y creía que era ese tesoro tan preciado que tenías en tu vida!
– Eso fue hasta que tuve a estas cositas bonitas en mi piel, ¡Es que mirad que cosa tan bonita! – La mediana se puso en pie y se asomó entre los dos asientos delanteros y puso el brazo frente a sus amigas –Lo sé, nunca habéis visto algo tan bonito desde aquella vez que os mandé aquella foto de mi cara."
Hace más de dos años y medio que escribí esto y hoy lo rescato, aunque no esté terminado, porque en momentos difíciles recuperar cosas que te hicieron feliz aunque ahora te destrocen por dentro es como una especie de tortura que yo tengo por costumbre, se suponía que esto que iba a escribir iba a hacerse realidad, al menos una parte de ella, y ahora puedo confirmar que nada de eso pasó, la promesa quedó olvidada como tantas otras, mi primer tatuaje descansa en mi brazo izquierdo, es verdad, aunque no fue con las personas que aquí están descritas, y ni si quiera fue con los dieciocho recién cumplidos, pero me lo hice que es lo importante.
Echo de menos esos tiempos en los que escribía lo que daba por echo que iba a ser mi futuro junto con esa protagonista que ya no está en mi vida.