Eme

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Me duele pensar que este dolor que ahora mismo siento en mi pecho es mi culpa y solamente mi culpa.
Ya no veo tan claro el motivo por el que decidí dejarlo todo, el tirarme por la borda ahora me parece una de mis peores decisiones, no había sido consciente de que el agua estaría helada, tan helada que ya no me siento ni a mi misma.
Ahora comienzo a creer que él era realmente mi alma gemela, no me siento viva sin él, me falta como la mitad de mi ser, esa mitad que se dedicaba a crear bromas que solo entendiésemos nosotros, me falta esa mitad que me enamoró con solamente su voz y esas covers en la madrugada y esas mañanas de fin de semana con siempre un aspirador de fondo, me falta mi mitad, me falta él.
Porque le prometí hacerle croquetas y llevarle a un concierto, porque le prometí no olvidarme de él y porque nos prometimos no morir sin darnos un abrazo, porque jamás supe que había realmente tras ese cúmulo de bits, a esos odiados 791 kilómetros que separaban nuestra piel, porque mi piel quema añorándole aún sin haberle conocido, porque ahora me es imposible recordar su voz, y me duele como si me arrancase el corazón de cuajo, si es que sigue dónde lo dejó, me duele no poder recordar lo que fue nuestro primer tomo de contacto, por esas infinitas horas conectados frente a la pantalla estudiando cada pixel que significaba cada poro de nuestra piel.
Te echo tanto de menos.
Nunca me había dolido tanto la falta de alguien, es que tras un año sin saber de ti sigo abriendo skype con la intención de clicar en el icono de la llamada.
Te echo tantísimo de menos.
Recuerdo cuando me llamaste "tomatito" por un tiempo a causa del color que tomaron mis mejillas cuando me presentaste esa tarde a tu padre, la misma tarde en la que nació lo de "Es Pez".
Una vez me prometiste no explotar de amor a causa de lo que estábamos reteniendo poco a poco intentando liberarlo con palabras que el viento se llevó, ahora espero que no cargues con eso, no te lo mereces, no me lo merezco.
Van a hacer dos años de que empezamos a hablar y a mi me siguen apareciendo esos pequeños dolores en el estomago cada vez que alguien menciona tu nombre. Dios mio, la gente sigue preguntándome por ti, y ahí estoy yo diciendo que ya no hablamos mientras intento reprimir las lágrimas. Incluso mi madre te cogió cariño, no sabes lo que ella ama recordarme que te perdí por idiota, que has sido el único que me ha hecho reír y probablemente que vayas a ser el único, "Has perdido al que podría ser el amor de tu vida, lo más seguro que para siempre. Me había acostumbrado a ver como reías a carcajadas día tras día. Y le has dejado ir, eres idiota." no sabes cuantas veces he oído esas palabras de la boca de mi madre.
Ahora ya no te tengo, es verdad, te perdí, y nunca tengo el valor para intentar recuperarte, justo en el momento en el que empiezo a tomar valor me acuerdo que una vez te dije que no podías ser segundo plato de nadie, que si te dejo ir la primera vez no te merecía una segunda, y dime ¿quién soy yo para decirte que quiero que vuelvas a mi? Aunque no serias el segundo plato, siempre serás el primero, te lo prometí y odio las promesas que no se cumplen.

No sé con que finalidad he escrito esto, es más no pienso releerlo en mucho tiempo, pero necesitaba decir que te echaba de menos aunque sepa que ya no andas por aquí, creó que por eso estoy haciéndolo, y que nunca leerás esto pero necesitaba contarlo, gritarlo porque aún tango la esperanza de volver a escuchar tu voz.

BullshitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora