Rubia Pero No Hueca » j.b

capitulo 17

(La madre de Dove se llamara ahora Ellen Cameron, queria ponerle su verdadero nombre que es Bonnie Wallace lo puse pero ya lo cambié porque no me gusta :v. Si ven que en algún lado dice "Ellen" es la mamá de Dove.)

estábamos todos en mi casa. Peggy, le había dicho a su madre que se quedaría en mi casa la cual acepto sin ningún problema, ella estaba en la cena y hable con ella unos 5 minutos y por lo que veo le caigo bien.

No teníamos nada que hacer y estábamos algo aburridos, que digo algo, estábamos muy aburridos, pero se me ocurrió una idea.

—Chicos.—Los llamé mientras me sentaba bien en el sofá ya que estaba acostada, ellos me miraron.—¿Vamos al súper mercado?.

—¿A qué?.—Preguntó Peggy.

—Ya no tengo galletas, ni bebidas y no puedo vivir sin eso.—Le dije, solo me quedaba un paquete de oreos y un refresco.

—Vamos.—Dijo Justin y todos nos levantamos del sofá.

Yo por mí parte fui a buscar a mi mamá para decirle que vamos al súper mercado y eso.

—¿Mami?.—Preguntó cuando me adentro a la mini biblioteca que tengo en mi casa, ella siempre se la pasaba aquí porque le gusta leer y también hace algunos trabajos aquí.

—¿Si cariño?.—Me pregunta cuando sale de un pasillo creado por los estantes de los libros.

—Voy al super con los chicos, iremos a comprar bebidas y galletas, ya no hay y no puedo morir.—Le dije y ella echó una carcajada por lo último que dije.

—Bien, ¿puedes comprar leche y pan, amor?.—Me preguntó.

—Claro—Le dije y ella me entregó la tarjeta de débito para la comida, la agarré y me despedí de mi madre.

(...)

Luego de 5 minutos ya estábamos en el súper mercado agarrando un carrito para meter las cosas ahí.

—¡Espera!.—Le dije a Justin quien tenia el carrito y el volteo para verme.

—¿Qué paso?.—Preguntó confundido.

Caminé hacia él y me monté en el carrito de comprar, siempre me cansaba muy rápido caminar por todos lados así que prefería hacer esto.

—Listo caballero, puede seguir por su camino.—Le dije mientras movía mis manos como si fuera de la realeza; Los chicos se rieron.

Entramos al mercado y estaba Thomas, él es un hombre como de 30 años, era un buen amigo de mi padre y obvio, de la familia también.

—Dove, esta devuelta—Dijo en un cantito mientras me sonreía, para mi era como mi tercer padre, él segundo es mi abuelo materno.

—Hola Thomas.—Le dije sonriendo.

—Pequeña, ¿qué te trae por aquí?.—Preguntó.

—se acabaron las bebidas y Galletas.—Hice un puchero, él rió.

—las galletas y bebidas en el pasillo 6—asentí sonriendo.—pero veo que la trae su brillante príncipe en su carruaje.

me reí por esa estupidez que había dicho Thomas.

—no, solo es un plebeyo, los príncipes no los pude encontrar en amazon—me reí de mi propio comentario igual que los demás.

—tú y tus ocurrencias Dove—dijo Thomas mientras regulaba su respiración y negaba con la cabeza.

—bueno, adiós Thomas, vamos a buscar mi razón de vivir—él se despidió con la mano y nosotros tomamos rumbo a la sección de dulces y todo eso, no compraría nada mas galletas y gaseosas.

—agarra ese pote de nutella—le dije a Justin.

—¿este?—preguntó señalando uno mediano.

—no, el grande—lo señalé, él lo vio, lo agarro y lo metió en el carrito.

—¡oreos, oreos, oreos!. ¡quiero oreos!—estaba gritando como una loca porque no me quería bajar del carrito, además de que quería oreos y los chicos vayan a saber donde se metieron, solo se que me dejaron sola en el pasillo de lácteos, si me van a dejar sola por lo menos en el pasillo de pan o dulces, que se yo, pero aquí no.

—¿porque gritas?—me preguntó una niña de unos 5 años, con dos coletas amarrando su largo y sedoso cabello, era tan tierna que me daban ganas de vomitar por mucha azúcar.

—mis amigos me dejaron aquí sola—me cruzé de brazos.

—¿no seria mas fácil bajarte del carrito y buscarlos?—preguntó con cierto tono de obviedad.

—¿en serio?, que niña tan lista—respondí con sarcasmo—ahora fuera de aquí, enana.

—se lo diré a mi mamá—¡por dios!, que infantil. Ha cierto, es una niña.

—pues, yo se lo diré a Santa y no tendrás regalos este año. Solo recibirás carbón—le dije sonriendo pícaramente mientras sacaba mi teléfono del bolsillo de mi pantalón.

La niña se fue llorando. No me malinterpreten, yo amo a los niños, solo que esta niña me sacó de quicio.

—¿como te vas a pelear con una niña de unos 4 años?, ¿estas loca?.

—loco estas tú, loco.

—no hagas eso Dove, era solo una nena.

—sabes que amo a los nenes Marcos, solo que esa ya me tenia loca.—bufé.

—tranquila preciosa, solo tienes que tener un poquito mas de paciencia—se esta acercando mucho, y eso no me gusta.

—¿te puedes alejar?—¿que creían? ¿que lo dejaría besarme?, pues no. Puede que sea muy guapo y todo pero, no me gusta.

—Dove, es hora de irnos, ya tenemos todo.—dijo una voz a mi espalda, me volteé y vi a Peggy.

—bien.—me baje del carrito y lo agarré.—deja de acercarte tanto a mi.—le dije a Marcos—vámonos Peggy. 

caminamos hacia la caja donde me dijo Peggy, que estaban los chicos.

—¿qué tienes?, te noto muy callada.

—¿te gusta ese chico?.—me respondió con otra pregunta.

—¿Qué?, no, claro que no.—Afirmé muy segura de mis palabras.—¿Por qué?.

—se puede decir que conozco a alguien que le gustas.—eso me dejó mas confundida. ¿gustarle?, ¿yo?, ¿a alguien?. Creo que Peggy no esta muy bien.

—¿qué te fumastes?, te volviste loca.—Me reí, pero me puse seria cuando vi que ella no lo hacia.

—No importa, no me creas.—me miro divertida. Esta chica se volvió loca.

¡perdón por la demora!, pero si me siguen sabrán porque no he actualizado mucho en estas historias. si no saben pues... les haré un pequeño resumen, mi teléfono se daño, llevo mas de un mes sin teléfono y actualizo de la computadora de mi prima, ¡pero no me gusta! así que esto sera lento y esperar a que arreglen mi teléfono, perdón por todo y gracias por esperarme. las amo.

en el próximo capitulo viene el baile de verano, así que estará bueno.

chao, y les repito, las amo mucho.