Escribe una historia ficticia sobre qué pasaría si vieras a una celebridad en una cafetería.
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No suelo salir mucho de casa pero cuando necesito un respiro vengo a sentarme a esa cafetería a leer alguno de mis libros favoritos o a escribir líneas que pueden, tal vez, convertirse en un poema o una historia; todo esto con el fin de relajarme y olvidar las preocupaciones diarias. En ese rincón apartado y oscuro de la cafetería, es mi favorito, lejos de las personas pero lo suficiente cerca para observarlas con atención y curiosidad para que yo pueda entrar en mi "Chesshire mode".
Cuando estoy en mi Chesshire mode recuerdo las palabras de mi maestro: "un buen escritor conoce la naturaleza humana" y por ello me gusta observar tal en lugares concurridos como las cafeterías o centros comerciales. Me gusta imaginar que es lo que hace cada persona ahí, en ese preciso momento de su vida y les inventó historias en mi cabeza justo como esa persona que está pidiendo un café que al verla bien, casi me hace escupir mi bebida por la boca. Abro los ojos como platos y se de quién se trata.
¡Es Neil Gaiman!
—Oh Dios, Oh Dios— pienso nerviosa mientras lo veo y regreso mi vista al libro que traigo en mi regazo. Desde el año pasado, he estado leyendo sus libros por sugerencia de mi hermano y me terminé enamorando de su literatura y los guiones que hacía para algunos cómics de DC y Vértigo.
Observó como le entregan su taza y quiero acercarme a pedirle un autógrafo o aunque sea cruzar unas cuantas palabras pero me gana la pena e imaginar que pueda incomodarlo. Entonces me digo que estoy bien con observarlo, solo por ello ya me siento afortunada.
