Fran,
Estás sentada cerca de mí, observando cómo los niños juegan en el patio trasero; cómo intentan armar un muñeco de nieve, cómo se cansan y juegan a otra cosa para luego volver a intentar con el muñeco. Sonríes en silencio, para ti misma, como compartiendo felicidad con tu propia persona. Luces tan hermosa.
No puedo negar que no me gustaron las noticias, que el hecho de que Florence haya sido una mala tía fue lo que te impulsó a finalmente volver a mí. Me hubiera gustado que tú sola lo hubieras decidido, porque me amas y porque sabes que te amo. Que estoy arrepentido.
Estoy feliz de todas maneras, no lo puedo evitar. Sé que aún queda un largo camino por recorrer, que no aceptarás mis besos o abrazos tan fácilmente como cuando éramos dos jóvenes adolescentes. Sé que será cuestión de tiempo para que vuelvas a dormir a mi lado. Sé que no te abrirás a mí tanto como lo hacías antes, que te tomarás tu tiempo para que la confianza entre nosotros vuelva a fluir.
Te amo y amo que estés conmigo, que te guste la casa que elegí y que puedas sonreír sin ninguna tensión. Es tan lindo tenerte devuelta, preocupándote por cosas sin sentido en la cocina e intentando usar el cabello suelto porque sabes que me gusta, pero en realidad te gustaría tenerlo atado todo el tiempo.
Solo quería decirte eso.
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No me digas que me amas
RomanceJacob ha cometido un gran error al dejar de lado a la familia que siempre había soñado por algo tan simple como el dinero. Ahora que su mujer lo ha dejado y planea enviarle los papeles del divorcio, él se da cuenta de su gran error. Pero todos somos...