Querido casi-ex-esposo,
Lamentablemente, Sheridan y Serena han sido regañados, y le he puesto una clave numeral a mi móvil. Si quieren hablar contigo solo deben decírmelo, no tomar mi celular a escondidas. Serena ha recibido la corbata y está feliz. Gracias. Sierra ya está mejor del estómago y sospecho que Sheridan tiene más que mucho que ver.
Lo siento, no sabía que habías hablado con ellos. Mala mía.
Jacob... Sí, me has perdido. Estás en negación. Ya han pasado dos semanas desde que nos fuimos y me perdiste antes que eso; cuando te olvidaste el octavo cumpleaños de Sheridan, cuando me dejaste plantada en nuestra cita al doctor de la que estaba aterrada, cuando Serena me dijo que no fuiste a la reunión de padre e hija que organizó su preescolar. Y, de nuevo, tienes suerte de que Sierra esté cerca de sus dos años.
Me siento demasiado quebrada como para perdonarte. Y si llego a perdonarte... Pues, puedo perdonar, pero nunca voy a olvidar. Tendré la duda de si realmente te importamos en la parte de atrás de mi mente en el caso de volver a estar contigo. ¿Acaso quieres eso? Porque yo no. No me gusta el rencor, y sin embargo sería inevitable.
Ni siquiera sé si quiero volver a Vancouver a vivir. Debo ir para arreglar detalles sobre el negocio, considerando que lo tengo algo abandonado y no puedo dejar a Rita a cargo para siempre. Felida es lindo, quizás venda el local allí y lo abra aquí. Sería mucho más fácil para mí mover todo a este lado. También estoy planeando cambiar a los niños a una escuela que esté más cerca.
Me parece bien que me conozcas, pero es una lástima que te hayas olvidado de mí cuando estaba justo delante de ti.
No me mandes cosas románticas en este momento, ni me digas que me amas. Si te importo aunque sea un poco, debes entender que no me hace bien. Dejaré de responder tus cartas si es necesario, pues no quiero confusiones. Que te esté siguiendo este juego estúpido no quiere decir que vaya a volver a tus brazos.
Porque no lo haré.
Saludos,
Francesca.
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No me digas que me amas
RomansaJacob ha cometido un gran error al dejar de lado a la familia que siempre había soñado por algo tan simple como el dinero. Ahora que su mujer lo ha dejado y planea enviarle los papeles del divorcio, él se da cuenta de su gran error. Pero todos somos...